
Kylian Mbappé, en un partido en el Bernabéu esta temporada
Mbappé, ambicioso, quiere jugarlo todo hasta la visita al Arsenal, pero Ancelotti le restará minutos
Kylian desea medirse al Leganés, la Real Sociedad y el Valencia; el entrenador le sentará en las segundas partes si el marcador lo permite
Todos los equipos que han cuestionado a los árbitros después de criticar al Real Madrid por su carta a la RFEF
Es una estrella y sabíamos que tarde o temprano lo demostraría en el Real Madrid. Los enemigos del club blanco le criticaban con dureza en una fase inicial de adaptación que era más psicológica que real, pues siendo un líder llegó con demasiado respeto a los campeones de seis Champions en los últimos once años. Kylian Mbappé adujo que no podía llegar y ser un líder cuando en el Real Madrid había media docena de jefes que lo habían ganado todo. Los penaltis fallados en Bilbao y en Liverpool acabaron con la tontería.
Sus compañeros manifestaron que debía de ejercer de lo que era. Eso no significaba que él fuera más líder que los demás. Le pedían que fuera igual de líder que Modric, que Carvajal, que Rüdiger, que Vinicius y que Bellingham. El ejemplo era el inglés, que se convirtió en un boss nada más llegar porque es su carácter. Y un jefe en el Real Madrid significa que primero se exige mucho a él mismo para después exigir a los demás. Mbappé tocó fondo, cambió, se puso en modo ganador y hoy es más comandante que nunca. Ahora está eufórico porque también ha vuelto a ser el jefe de la Francia que él, Tchouamení, Camavinga y todo el grupo de Didier Deschamps han clasificado para la Final Four de la Nations League, en la que precisamente se enfrentará a España.
Kylian, como le llaman en ambos vestuarios, se siente muy feliz. Clasificó a Francia después de disputar 210 minutos de juego y lanzar con éxito los penaltis que eliminaron a la Croacia de Modric. Tras estar ausente de la lista francesa fue muy criticado en su país y todo ha quedado en su justo término. Su compromiso es indudable. No fue en alguna convocatoria de Deschamps porque no se sentía bien y prefería coger la mejor forma con Antonio Pintus en la ciudad deportiva de 'La Fábrica'. Ya está a tope. Lo ha demostrado en el Real Madrid. Y con Francia.
Ahora regresa a los entrenamientos de Valdebebas y su postura es clara. Se siente exultante y desea protagonizar todos los partidos con su equipo, no quiere descansar. Pero Ancelotti, que sabe más por viejo que por diablo, piensa torear ese optimismo de su artillero con la lógica de lo más importante: la Champions. Lo ha jugado todo con su equipo nacional y hay que pensar con coherencia en su estado físico con vistas a los tres meses decisivos de su primer curso en la casa blanca.Graduar sus minutos y evitar lesiones
Bien colocado en la Liga y en la Copa, Mbappé y todo el madridismo saben que el objetivo principal del Real Madrid es la Champions. La diana está colocada la visita al Arsenal el martes 8 de abril. Antes se disputan tres partidos en el Bernabéu. El Leganés visita al campeón de Liga el próximo sábado. Tres días después aterriza la Real Sociedad en Chamartín para dirimir el encuentro de vuelta de semifinales de la Copa, con ventaja del conjunto madridista gracias al gol de Endrick en Anoeta. Y el Valencia llegará al Bernabéu el sábado 5 de abril, tres fechas antes de la afrenta de Londres.
Mbappé desea estar en todos. Y Ancelotti le restará minutos. El entrenador tiene que velar por su estado físico. Viene muy cargado de competición (cuatro mil minutos entre el Real Madrid y la selección) y lo fundamental es que no se lesione por el desgaste o simplemente por algún gesto o un choque desafortunados.

Mbappé celebra un gol con el Real Madrid
Ancelotti y Pintus, el responsable de la preparación, han planificado los minutos de Kylian en estos tres envites previos a la Copa de Europa. Han presenciado los encuentros de Francia y Croacia, de Italia y Alemania, y han decidido graduar los tiempos de Mbappé, que lo ha jugado todo.
Hay un punto de partida sociológico y de respeto al aficionado y al socio que hay que explicar para entender las decisiones de los técnicos. El francés es el fichaje estrella del club y el seguidor que paga quiere verlo en su estadio. Es una máxima que el Real Madrid ha mantenido siempre desde que Di Stéfano y Gento, con Santiago Bernabéu al mando, revolucionaron la entidad en 1953. Con esa premisa, el italiano piensa alinear a Mbappé como titular el sábado frente al Leganés. Primero, porque es la figura fichada por la empresa y debe ser protagonista en su estadio ante su público. Segundo, porque habrán pasado seis días desde que se midió a Croacia en ese maratón de prórroga y penaltis. Tercero, porque el futbolista desea jugar y marcar más goles para establecer plusmarcas.
Lo que hará el allenatore será cambiarle en el segundo tiempo a partir del minuto 65 si el resultado lo permite.
Tres días después llegará la Copa al nuevo coliseo. La Real Sociedad de Oyarzabal será el rival. Aquí reside la gran diatriba del míster y de Pintus. Tras el duelo liguero con el Leganés decidirán si Mbappé también comienza como titular en la Copa o si sale en el segundo tiempo y se le dan minutos a Endrick.
Los responsables de la plantilla quieren respetar al torneo y lo analizan con la sabiduría de la experiencia. Solo cuentan con un gol de ventaja, que puede ser empatado en cualquier momento, en un rebote, en un penalti o en una buena acción del adversario. No pueden confiarse. Por ello, lo lógico es que Kylian también sea titular y el relevo se produzca a la hora de juego si el resultado lo admite. Endrick podría acompañarle en el once, se lo merece, y ofrecer descanso inicialmente a Vinicius o Rodrygo.
Posteriormente, llegará la visita del Valencia en Liga, 72 horas antes de la confrontación con el Arsenal. Si no hay problemas físicos, Mbappé también será titular en esa jornada. Está pensado que si el marcador es bueno, el francés sea sustituido en el segundo tiempo y no llegue a los setenta minutos de competición. Todo está programado para concederle descanso. Luego, el fútbol lo permitirá o lo complicará.
Frenar su ímpetu
Mbappé ha venido al Real Madrid a ganar títulos y a establecer marcas y ese ímpetu debe ser controlado con mimo por Ancelotti, porque el equipo gana mucho con esta moral de su ariete estelar. Se siente con la plena confianza de las estrellas y hay que explotar esa sensación de los grandes.
El francés lleva 31 goles y habla de cuarenta o de cincuenta como una cifra que no es imposible para él. No se equivoquen con la forma de ser de Kylian. El cuerpo técnico tiene muy claro que el primer rematador del plantel no es egoísta y no piensa en hacer goles. Lo que desea es ganar títulos. Por eso, hay que dejarle jugar todos los partidos que quiera, pero quitándole desgaste en forma de minutos restados.
Es muy disciplinado y nunca ha puesto una mala cara cuando Ancelotti le ha quitado en el último cuarto de hora. En ocasiones lo ha hecho para que se llevara los aplausos del público. Mbappé lo sabe. Es inteligente. Carletto hará lo mismo siempre que los marcadores lo permitan.
Comienzan tres semanas fundamentales para la Liga, la Copa y la Champions del Real Madrid. Hay que nadar y guardar la ropa. Mbappé debe jugar lo justo y necesario, sin arriesgar. En la Champions dará el do de pecho. Y está repleto de moral.