La frustración de Sergio Ramos: empuja de malas formas a un fotógrafo
El central español no ocultó su enfado por la derrota del PSG en Champions y lo terminó pagando con un operador de cámara
El Bayern pone un pie en cuartos a costa de un PSG en crisis
La derrota del PSG en la ida de la Champions League a manos del Bayern de Múnich ha dolido mucho en un vestuario que ya estaba tocado de antes. Con este, son tres partidos seguidos los que ha perdido el conunto parisino, algo que no le sucedía desde hace once años. Esto dejó muy tocado a la mayoría de jugadores y en especial a Sergio Ramos, que es uno de los capitanes del equipo.
El camero no ocultó su enfado en ningún momento y terminó pagando su frustración con dos fotógrafos a los que empujó mientras estaban tratando de captar el momento en el que varios jugadores se acercaron a uno de los fondos a agradecer a la hinchada el apoyo a pesar de no haber conseguido la victoria.
El hecho se produjo después de que los fotógrafos, al intentar captar el momento de Messi y Neymar saludando a los aficionados, aislaran a Ramos del resto de jugadores. Esto molestó al sevillano ya que además le pisaron el talón, lo que le hizo quitarse del medio a varios operadores de cámara de mala manera.
El lío de Ramos con los goles
Esto no fue lo único por lo que dio que hablar Sergio Ramos. En zona mixta, al ser preguntado por el mal resultado de su equipo, habló sobre la ventaja que tenía ahora su equipo al no contar dobles los goles fuera de casa: «Es un resultado muy negativo, muy malo, pero no se acaba el mundo. La norma del gol en contra se terminó y eso nos beneficia al ir allí. Solo tenemos que ir y hacer un gol para empatar la eliminatoria».
Sin embargo, con el resultado logrado por el equipo bávaro (0-1), el valor doble de los goles perjudicaría a los parisinos, ya que están obligados a marcar allí si quieren pasar a cuartos de final y en caso de marcar más de un tanto no se beneficiarían del sistema anterior.
Ahora, al PSG le vale el 0-1 en Múnich para forzar la prórroga. Hace unos años –cuando sí existía la regla del valor doble de los goles fuera de casa– ese 0-1 también hubiera forzado la prórroga.