La UEFA le echa un cable al Barça: así fue el penalti que señalaron a favor por un piscinazo claro de Lamine

Locura. Esta es la palabra que mejor define lo que fue el partido correspondiente a la séptima jornada de la fase de la liga de la Champions entre el Benfica y el Barça. Fue un encuentro loco en el que el cuadro azulgrana pasó de un 4-2 adverso al 4-5 a favor en casi 20 minutos.

Eso sí, el duelo no estuvo exento de polémica. El árbitro del encuentro, el neerlandés Danny Makkelie, se erigió como el protagonista negativo de la noche y señaló varios penaltis dudosos a favor del cuadro barcelonista para que se volvieran a meter, hasta dos veces, en un partido que habían planteado realmente mal y en el que Szczesny vivió una noche para olvidar.

El más polémico de los penaltis fue el segundo. En el minuto 77 de partido, cuando el Benfica iba ganando por 4-2 al Barça, Lamine Yamal se plantó en el área pequeña y se dejó caer después de notar cómo Álvaro Carreras le tocó el hombro ligeramente, pero nunca suficiente como para señalar la pena máxima.

El '19' engañó a Makkelie haciéndole creer que Carreras le había derribado claramente y el árbitro neerlandés cayó en la trampa del extremo español. No había absolutamente nada y el VAR ni siquiera avisó a Makkelie de que esa acción no era suficiente como para pitar penalti.

Lewandowski aprovechó el regalo que le dio el colegiado neerlandés al Barça y metió a su equipo en el partido cuando faltaban poco más de 10 minutos para el final del encuentro. Ese 4-3 dio alas al conjunto culé, que, si no llega a ser por el VAR, hubiera perdido justamente el encuentro ante un Benfica que fue superior durante gran parte del duelo.

En definitiva, el Barcelona remontó un partido que tenía imposible y con esta nueva victoria se asegura el billete directo para los octavos de final de la Champions. Los de Flick tienen 18 puntos en su casillero y afrontarán el duelo de la próxima semana frente a la Atalanta sin nada en juego.