Mbappé sigue en estado de gracia y capitanea el triunfo del Madrid en Valladolid

Ni el frío puede con este Real Madrid. Es el equipo a batir, traduce todos sus partidos en victoria y, en estos momentos, está disfrutando de la mejor versión de Mbappé. El francés volvió a exhibir su pegada con su primer hat-trick como madridista y le dio al conjunto blanco una nueva victoria a domicilio que le afianza en el liderato (0-3).

El Real Madrid mueve pasiones allá por donde va y, a pesar del gélido frío castellano-leonés, el José Zorrilla de Valladolid presentó una de las mejores entradas de la temporada. En definitiva, nadie quería perderse el duelo entre pucelanos y madridistas.

Como es lógico, el Valladolid salió extramotivado al duelo frente y en el minuto dos de partido a punto estuvo de marcar el primero de la noche. Javi Sánchez se elevó a la salida de un córner peligroso botado por Anuar, remató con potencia y vio cómo Courtois le sacó una de esas manos características suyas. Paradón del belga.

Ese primer aviso hizo reaccionar al Madrid. Los pupilos de Diego Cocca habían salido concentrados y el equipo blanco sabía que tenía que enfriar el ímpetu vallisoletano para tener la oportunidad de ir al ataque y olvidarse, por un tiempo, de defender los arreones ofensivos del equipo local.

En ese contexto, el duelo avanzó sin grandes sobresaltos. La posesión era del Madrid, el Pucela esperaba un error blanco para salir al contraataque y, con el paso de los minutos, se empezó a escuchar de forma más recurrente el «directiva dimisión» procedente del Fondo Sur del estadio pucelano.

Ese plan de juego se mantuvo hasta que se llegó a la media hora de encuentro. Porque en el 30', el Madrid aprovechó la primera ocasión clara que tuvo y mandó el balón al fondo de las mallas. Valverde inició la jugada. Mbappé y Bellingham tiraron una pared al borde del área, el francés recogió el balón y superó a Karl Hein con un disparo cruzado para marcar su gol número 13 en el campeonato liguero. Golazo de Kylian, que sigue pletórico. 0-1.

Habiéndose puesto por delante, el Madrid jugó sin tanta prisa. Los blancos se hicieron con la posesión del balón, movieron el esférico de un lado a otro con relativa facilidad y combinaban de maravilla cada vez que se acercaban al área del Valladolid. ¿El problema? La zaga local estaba muy metida en su campo y el Madrid no lograba meterse dentro del área para doblar su ventaja. Tiempo de descanso en Pucela.

Mbappé sentencia el duelo

Tras el paso por vestuarios, el Valladolid salió del mismo modo que hizo en la primera mitad. Es decir, presionando la salida de balón del Real Madrid para intentar robar el balón y salir a toda velocidad hacia el área de Courtois.

El Valladolid lo intentaba de todas las maneras, pero el equipo de Diego Cocca estaba echando mucho de menos a un futbolista vertical como Raúl Moro, que se rompió la clavícula en el duelo frente al Espanyol, capaz de intimidar a los rivales con su regate y velocidad.

Pasados los primeros diez minutos del segundo tiempo, el Madrid se volvió a activar y encontró el 0-2 al borde de la hora de partido. El conjunto blanco organizó uno de sus contragolpes característicos con Rodrygo como protagonista. El brasileño condujo sin oposición, levantó la cabeza y le metió un pase en profundidad perfecto a Mbappé que el francés no desaprovechó. Segundo doblete seguido del astro de Bondy.

Si la tarea era ya de por sí harta complicada, con el 0-2 el Pucela bajó los brazos definitivamente. El Madrid estaba siendo muy superior y los vallisoletanos no estaban siendo capaces de poner en aprietos a Courtois. Con ese panorama, Ancelotti optó por dar descanso a algunos de sus titulares, ya que el partido estaba encarrilado.

Hubo hasta tiempo para que Mbappé marcara su primer hat-trick como madridista, que llegó desde los once metros. Y lo hizo después de que Busquets Ferrer tuviera que ir a revisar una acción que se 'comió' claramente. El francés engañó a Karl Hein y cerró una gran noche.