¿Fracaso? De la política deportiva, sin duda
Las 22 medallas de Barcelona siguen ahí, inalcanzables. Es lo de menos. El panorama de nuestro deporte sería ahora el mismo con 23 o 26
Pues yo no estoy con quienes ven estos Juegos como un fracaso deportivo español y se paran en eso. Como un éxito tampoco, claro. Es que Koeman me ganó con su esto-es-lo-que-hay. Quienes desde lo más alto, poco o nada hacen para mejorarlo deberían estar avergonzadillos. Lo suyo sí es fracaso. Tres, seis medallas más nada cambiarían. Lo que sí lamento y condeno es la frase cumbre de estos días: lo hemos dado todo.
Aparecía como un trallazo después de cada resultado adverso o así. Pues en muchos casos habían dado poco… Al lo-hemos-dado-todo se fueron apuntando directivos, políticos, colegas deportistas, familiares y una fiel legión de periodistas, saltarines todos. Ha recibido parecidos elogios, o casi, quien no pasó su corte que quien subió al podio. El conformismo, otro pecado nacional.
–Su niño ha suspendido cuatro.
–He estado a su lado, lo ha dado todo.
–Pasa de curso.
Todo eso también influye, ¿eh? Balance por debajo de las expectativas. Sí, claro. Las 22 medallas de Barcelona siguen ahí, inalcanzables. Es lo de menos. El panorama de nuestro deporte sería ahora el mismo con 23 o 26, repito. Los Ángeles'28 empieza mañana. Bueno, debió empezar hace años como se hace en los países serios, pero como no lo hicimos, actuemos.
Lo mollar es: ¿seguiremos como hasta ahora? ¿Cambiará la cosa? Ríndanse a la evidencia: en los deportes donde invertimos dinero, el más o menos profesional, destacamos. Y ganamos mucho. Donde no hay planificación nacional, ideas e inversión de verdad, el dinero bien colocado, perdemos o ni estamos. Convénzame usted cómo ganamos.
El dato es escalofriante. En seis años, cinco secretarios de Estado, cuatro ministros: ahora no hay. Ese es el gran fracaso. La política y alrededores. Mandan quienes nada o muy poco saben de esto. Barcelona fue sobre todo una apuesta, una magnífica tarea público-privada que se inició nada más concedernos Samaranch la organización del evento… y se fue parando después. Nada que ver aquellos cerebros con la mayoría de los actuales.
Han pasado 32 años… Que el último modelo no ha funcionado, que nos hemos estancado, eso no se discute. Mucho hemos mirado a Italia, que sí ha triunfado. El dinero se lo dan y lo maneja su Comité Olímpico, su Alejandro Blanco debe ser un hombre feliz. Desconozco sus incentivos a lo privado, el mecenazgo en serio y demás. Preguntaré, es interesante porque no les va precisamente mal.
No, no es una cuestión de medallas, es el famoso lo que hay. Un montaje manifiestamente mejorable. Lo hacemos o seguiremos igual. Con el agravante definitivo desde este miércoles, la irrupción de Mbappé y Asociados. A la mayoría de estos deportistas, con los que hemos sufrido y gozado, hasta dentro de cuatro años. Un abrazo a todos, gracias por el esfuerzo. Mucha salud y buena suerte.