Alcaraz saca su mejor versión y presenta su candidatura en Madrid
El murciano vuela a los octavos de final, donde se reencontrará con Alexander Zverev, finalista en la pasada edición
Sabía Carlos Alcaraz que después de un debut complicado y donde dejó tantas dudas, el partido ante Grigor Dimitrov era el ideal para meter miedo a sus rivales y recuperar las buenas sensaciones que traía de Barcelona y que había perdido en su debut en el Mutua Madrid Open. En el día de hoy, su rival tenía el estilo perfecto para meterle mano desde el principio e imprimir el ritmo de bola que acostumbra el murciano, cogiendo su derecha y obligando a su rival a jugar varios metros por detrás de la línea para defenderse.
Todo lo que no funcionó el día de su estreno sí que lo hizo en esta tercera ronda, donde Carlitos se sintió muy a gusto con su juego y no dio ni media opción a Dimitrov, que terminó cediendo por 6-2 y 7-5 en un choque en el que solo hubo un jugador en la pista. Alcaraz no permitió en ningún momento que el búlgaro hiciese su tenis y consiguió que para él fuese una auténtica pesadilla el partido, ya que el partido estuvo siempre donde el español quería.
El primer set fue desde el minuto 1 una demostración de que Alcaraz no quería un partido tan incómodo como el que tuvo ante Emil Ruusuvuori. El murciano buscó siempre que podía sentirse dueño del choque y ni siquiera unos gritos de los pocos aficionados búlgaros que había en la pista Manolo Santana consiguieron intimidar al actual número 2 del mundo, que de hecho empezó mandando desde el primer juego del encuentro. Los nervios de Dimitrov se notaron y tras una doble falta y un par de errores permitió que Alcaraz mandase desde el principio.
Esa fue la dinámica de la manga. El murciano estuvo muy bien al servicio y no dio opción a su rival de reengancharse. De hecho, todo hacía indicar que tarde o temprano se haría con un segundo break y así fue. En el séptimo juego, Carlitos metió una marcha más y se hizo con el quiebre que confirmaba lo que se estaba viendo en pista, una superioridad aplastante que terminó de rematar manteniendo en blanco su servicio cuando sacaba para cerrar el set, 6-2 y un Alcaraz muy distinto al del viernes.
Dimitrov cambió su plan
Algo cambió el encuentro en el segundo set, con el búlgaro mucho mas agresivo y subiendo bastante a la red para acortar los puntos. Consciente de que en rallies largos no tenía apenas posibilidades contra el murciano, Dimitrov optó por esta táctica para intentar sorprender a su rival, algo que en sus turnos de saque consiguió, pero apenas incomodaba al resto, por lo que el partido entró en una sucesión de saques fáciles con algún que otro puntazo que levantaba a todos los espectadores.
Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos llegó el despertar completo de Dimitrov, que se las apañó para romper a Carlitos en un pequeño momento de relajación que tuvo este, pero que apenas duró ese juego ya que tras el quiebre se volvió a poner el mono de trabajo en busca del terreno perdido. Nada tardó en reaccionar y tan pronto como se le puso el set cuesta arriba volvió a igualarlo. 4-4 y listo para encarar la recta final del set repleto de confianza.
Allí Alcaraz sacó lo mejor de si mismo y tras no conseguir el break en el noveno juego, sí lo logró en el undécimo, firmando una rotura perfecta que le ponía en disposición de sacar para el encuentro, algo que logró sin mayores dificultades para terminar de firmar el pase a los octavos, donde chocará con Alexander Zverev en lo que será la reedición de la final de la temporada pasada.
Esta victoria sirve al murciano para disipar las dudas que dejó el día de su debut y mostrarse nuevamente como el gran favorito al título. Además, cabe recordar que en caso de que se haga de nuevo con este Masters 1000 llegaría a Roland Garros como número 1 en caso de que dispute el torneo de Roma.