¿Un paso atrás o el adiós definitivo?: las dudas que está dejando Djokovic en este inicio de 2025

El inicio de 2025 de Novak Djokovic ha estado marcado por la inconsistencia en su tenis. El serbio, que el próximo mes de mayo cumplirá 38 años, quiere seguir jugando varios años más. Se siente con ganas. Es un competidor insaciable. Lleva las ganas de victoria en sus venas. Pero su realidad, a día de hoy, es bien distinta de lo que él se había imaginado en un principio.

Su tempranera derrota, por segundo año consecutivo, en el Masters 1000 de Indian Wells ha vuelto a generar muchas dudas. El serbio fue superado en tres mangas por Botic Van de Zandschulp, verdugo de Rafa Nadal en las finales de la Copa Davis, y se volvió a despedir del 'quinto Grand Slam' a las primeras de cambio. El tiempo pasa para todos y Novak Djokovic, irremediablemente, está más cerca de decir adiós que de seguir colgándose el raquetero al hombro. El campeón de 24 grandes está dando síntomas de agotamiento y está volviendo a tener problemas para arrancar con buen pie las temporadas.

Es cierto que Novak llegó a las semifinales del Open de Australia (donde tuvo que abandonar al final del primer set por lesión), pero lo que ha venido después ha sido un paso atrás notorio. Cayó a las primeras de cambio contra Matteo Berrettini en el ATP 500 de Doha, donde estuvo lejos de su mejor nivel, y en la madrugada del sábado al domingo volvió a caer en el desierto californiano.

'Nole' no termina de carburar y estos continuos tropiezos no hacen más que confirmar que su final está empezando a asomarse. El serbio ha ganado todo lo que se le ha puesto por delante. Y su último objetivo como tenista profesional es alzar el 25º Grand Slam para retirarse por todo lo alto y acabar su carrera como el tenista con más majors de la historia (está empatado con Margaret Court). Se hace difícil pensar que el tenista de Belgrado vaya a conseguir más cosas.

La pregunta que ha surgido en las últimas horas es la siguiente: ¿Paso atrás o adiós definitivo? Ante Botic Van de Zandschulp, Djokovic volvió a estar lento de piernas, su derecha no corría como antaño y tuvo muchos problemas para adaptarse al bote de la bola (el torneo californiano cambió la superficie), algo de lo que se quejó después en sala de prensa.

Lo que tiene que hacer Djokovic ahora es pensar qué le conviene más. Porque el cambio de ciclo en el tenis es más que evidente. El serbio está sufriendo más cuando le toca jugar contra los tenistas jóvenes. Esa era la única baza que le quedaba. Aprovechar su veteranía y experiencia para seguir haciendo historia. Pero ya ni eso.

«Siempre pasa algo, pero no quiero hablar de ello. No hay ninguna excusa para una mala actuación. No se siente bien cuando juegas de esta manera en la pista, pero enhorabuena a mi rival. Simplemente ha sido un mal día en la oficina, supongo, para mí. Lamento mi nivel de tenis en comparación con los entrenamientos de estos días», comentó Djokovic tras perder en segunda ronda de Indian Wells.

Así las cosas, la realidad de Novak Djokovic es bien distinta a la de hace unos años. El serbio ya no es el que era y su unión con Andy Murray, por el momento, no está yendo todo lo bien que a 'Nole' le hubiera gustado. Habrá que ver cómo evoluciona, pero todo hace indicar que este 2025 puede ser el último año del balcánico en el circuito ATP. De este modo, Djokovic se iría con la conciencia tranquila y sin sufrir.