¿Por qué es mejor que la Declaración de la Renta salga a pagar?

La Declaración de la Renta es un periodo de incertidumbre para muchos contribuyentes que no saben hasta el último momento si tendrán que pagar más impuestos o recibirán una devolución. Sin embargo, este estrés se puede mitigar utilizando el simulador web disponible en la página oficial de la Agencia Tributaria.

El sistema de impuestos trimestrales asegura que los ciudadanos cumplan con sus obligaciones tributarias de manera regular. Sin embargo, el verdadero balance de las retenciones de IRPF se evalúa durante la declaración anual de la renta.

Según datos de la Agencia Tributaria, los contribuyentes que realizan su declaración al inicio de la campaña suelen obtener devoluciones. En 2022, de los cuatro millones de declaraciones presentadas al inicio de la campaña, 3,4 millones resultaron en devoluciones. Esto sugiere que quienes declaran temprano lo hacen porque esperan un resultado favorable, ya sea porque llevan un control estricto de sus cuentas o porque están seguros de que recibirán un reembolso.

A pesar de la aparente ventaja de recibir una devolución, existe un argumento a favor de preferir que la declaración resulte en un pago adicional. La inflación, con un aumento del 38 % en los últimos tres años según la OCU, reduce el valor del dinero con el tiempo. La Agencia Tributaria tiene hasta seis meses para realizar las devoluciones, lo que significa que el dinero recibido pierde valor durante ese periodo.

Por ejemplo, una devolución de 700 euros pierde poder adquisitivo debido a la inflación, que se refleja en la disminución de la capacidad de compra de los contribuyentes. Aunque parezca beneficioso recibir una devolución, el retraso en el reembolso puede resultar en una pérdida de poder adquisitivo.

En definitiva, aunque la devolución de impuestos parece beneficiosa, el impacto de la inflación y el retraso en el reembolso sugieren que puede ser preferible un ajuste que resulte en un pago adicional de IRPF.