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19 de septiembre de 2024

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, juega con el empleo público y los fijos discontinuos para intentar presentar unas buenas cifras de paro.

.Lu Tolstova

El paro real supera los 3,3 millones de personas, 200.000 más que antes de la reforma laboral

La estadística del Ministerio de Trabajo y Economía Social no contabiliza a los fijos discontinuos en situación de inactividad

Agosto, un mes habitualmente flojo para el mercado laboral, y el de 2024 no ha sido la excepción. El mes pasado se cerró con la destrucción de 193.704 empleos y las listas del paro sumaron 21.884 desempleados más, en parte debido al final de los contratos temporales que se firmaron para cubrir las necesidades del periodo estival.

En el octavo mes del año, el número de parados registrados en las oficinas del Servicio Público Estatal alcanzó así los 2.572.121 personas, según datos difundidos por el Ministerio de Trabajo y Economía Social. Pese a ello, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, celebró este dato y destacó que el mercado laboral español contabiliza ahora 130.579 desempleados menos que en agosto de 2023. «España ha logrado reducir el desempleo», afirmó.

Además Valentín Bote, director de Randstad Research, advierte en El Debate de la cruda realidad que vive el mercado laboral español: según las estimaciones de su centro de estudios, hay más de 753.000 desempleados sin contabilizar. «Sigue existiendo una brecha entre el paro registrado –la cifra oficial del Gobierno– y el paro efectivo –aquel que incorpora a los parados y a los fijos discontinuos–. Nos vamos a más de 3,3 millones de parados», ha explicado Bote.

Randastad Research calcula estas estimaciones a partir de unos datos publicados por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), en los que se clasifica a los demandantes de empleo en parados y no parados. Dentro de los no parados se incluye, a los no parados con disponibilidad limitada, los ocupados, los demandantes de empleo específicos y aquellos que tienen una relación laboral. «Los demandantes de empleo que tienen inscritos y proceden de contratos fijos discontinuos en situación de inactividad se encuentran dentro de este último grupo», explica Valentín Bote.

En julio de 2024 –el SEPE publica los datos de agosto unos días después de que los Ministerios de Trabajo y Seguridad Social hagan públicas las cifras de paro y afiliación– había 762.591 demandantes de empleo no parados con relación laboral. A este dato se le restan los 9.170 trabajadores que en julio se encontraban en ERTE y se le suman los 2.550.237 parados registrados en las oficinas de empleo.

Esto refleja que el número de parados reales ascendió en julio de 2024 a los 3.303.658. «Y a falta de que el SEPE actualice este fichero, desde Randstad estimamos que este mes de agosto esta cifra podría aumentar en 20 mil personas», asegura el director de Randstad Research.

La realidad es que está cifra –más de 3,3 millones de parados– supera los 3.105.905 personas que había en diciembre de 2021, mes en el que se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la reforma laboral del Gobierno.

«Una bola de nieve cada vez más grande»

Este mismo martes, el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez, en la rueda de prensa en la que se presentaban los datos de paro y afiliación del mes de agosto, dio por cerrado el debate de los fijos discontinuos. «El año pasado, en el mes de agosto, había 14.000 fijos discontinuos más que este año, representaban un 5,3 % del total de indefinidos, ahora son el 5,1 %. Yo creo que hay una estabilización y esto es una buena noticia», ha apuntado, quien ha añadido que “a partir de ahí, la situación se ha estabilizado. Yo creo que con esto ya deberíamos pasar o dar por cerrado todo el debate en torno a los fijos discontinuos».

Sobre estas declaraciones Valentín Bote considera que «no es de recibo salir y decir que bien va el paro, porque no es verdad. A medida que pasa el tiempo la bola de nieve se va haciendo más grande».

«Es muy triste jugar a las estadísticas, cuando deberían estar publicadas», afirma Bote. «Pero claro, si los difundes cualquiera puede hacer las cuentas y el relato se les cae. Ya no podrían continuar vendiendo la reforma laboral como un existo», concluye el director de Randstad Research.

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