
Imagen de archivo del Puerto de Valencia
La parálisis de la OMC aboca al limbo las quejas de empresas españolas afectadas por los aranceles de Trump
Compañías grandes y pequeñas tratan de protegerse con la apertura de filiales en EE.UU. y el envío de stocks de seguridad
La guerra comercial de Donald Trump coge al mundo con su «policía comercial» atada de pies y manos. La Organización Mundial de Comercio (OMC) lleva ya más de un lustro sin que su principal instancia, el órgano de apelación, pueda funcionar, precisamente por la negativa de Estados Unidos a nombrar nuevos jueces.
La OMC, fundada en 1995, heredó las competencias en materia de disputas arancelarias del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) de 1948. La semana pasada, de hecho, Canadá recurrió a ella después de que Trump le impusiera unos aranceles del 25 %.
Su parálisis, sin embargo, amenaza con dejar la reclamación en un limbo durante años. Y afecta también a las empresas españolas, impidiendo en la práctica la posibilidad de que puedan recurrir a este órgano de arbitraje internacional con sede en Ginebra.
«Si el investigado recurre el asunto queda en el limbo», advierte Juan Ignacio Navas, socio-director de Navas & Cusí, experto en derecho internacional.Desde 2019 al menos una treintena de contenciosos comerciales se encuentran paralizados, incluyendo algunos que se remontan a la antigua administración Trump, incluyendo una primera disputa arancelaria con Canadá por la imposición de tasas al acero.
«Queremos que la Organización Mundial del Comercio funcione, que no está funcionando del todo bien», advirtió el pasado octubre, en una entrevista con El Debate, Antonio Bonet, presidente del Club de Exportadores e Inversores Españoles, en la que ya anticipó problemas para las empresas españolas si finalmente, como ocurrió, Donald Trump se imponía a su rival demócrata, Kamala Harris.
La alternativa del MPIA
Para Juan Ignacio Navas, la mejor alternativa a la OMC pasa por el Acuerdo Provisional de Apelación Multipartito (MPIA, por sus siglas en inglés), que según el experto funciona en la práctica como una especia de sustituto de la OMC.
«Aunque España está en Europa y la Comisión Europea tiene voz propia en la OMC, al MPIA podría acudir como estado e incluso podrían recurrir las empresas o patronales afectadas», afirma Navas.
Pese a ello, las empresas españolas están optando por cubrirse las espaldas reforzando tanto su presencia en Estados Unidos como adelantando stocks. Según una encuesta de KPMG, 4 de cada 10 compañías españolas ya barajan abrir una filial en Estados Unidos. Mientras, otras como la bodega Protos han puesto en marcha el envío de stocks de seguridad a Estados Unidos adelantándose a los aranceles.
El vino rioja mira a Canadá si Trump finalmente impone aranceles del 200 %
Otras opciones pasan también por la búsqueda de nuevos mercados alternativos o mercados puente que permitan llegar al mercado americano por vía intermedia. Así, los bodegueros de la denominación de origen Rioja ya exploran por ejemplo cubrir con ventas en Canadá parte del hueco que les generaría la última amenaza de Trump de imponer tasas de hasta el 200 % a los alcoholes europeos.
Si la amenaza se materializa «nuestro esfuerzo se centrará en intentar colocar el producto en otros sitios. Se están dando situaciones curiosas, particularmente en Canadá, Ontario, Quebec, están tomando medidas y represalias contra los vinos estadounidenses y esto está generando oportunidades también», aseguró la semana pasada el director general del Consejo Regulador de la DOCa Rioja, José Luis Lapuente.
En un informe publicado la semana pasada, CaixaBank Research anticipa que la política arancelaria de Trump «erosionará la capacidad de crecimiento de la economía española. BBVA Research, por su parte, anticipa un impacto en el PIB español de hasta dos décimas, afectando especialmente a las ventas de maquinaria y equipo, medicamentos, automóviles o alimentos y bebidas pueden estar especialmente expuestas, lo que afectará a la actividad en País Vasco, Comunidad Valenciana y Andalucía.
Por ahora, sin embargo, Estados Unidos parece erigirse en la principal víctima de la política arancelaria de Trump. Este lunes, la OCDE rebajó sus previsiones de crecimiento para el país en 0,2 puntos para 2025 y 0,5 puntos para 2026, proyectando ahora un crecimiento del 2,2 % para este año y del 1,6 % el próximo, tras el 2,8 % de 2024.