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El presidente de Prisa, Joseph Oughourlian

El presidente de Prisa, Joseph Oughourlian.Europa Press

Jaque mate de Oughourlian a Moncloa: la ampliación de capital le dará la mayoría en la junta de Prisa aunque venda Vivendi

El accionista principal y presidente del Grupo Prisa, el francés de origen armenio Joseph Oughourlian, dirigió anteayer una jugada maestra que va a asegurarle el control del grupo propietario de El País y la Cadena SER aunque Vivendi venda finalmente sus acciones.

La ampliación de capital de 40 millones que se anunció el martes por la tarde ha dado entrada a inversores institucionales extranjeros que creen en el proyecto de Oughourlian para Prisa, no obedecen a criterios políticos y por tanto no controla el Gobierno. Esta circunstancia y los apoyos con los que ya cuenta (los que le da su propia condición de accionista principal con el 29,7 % y el de los propietarios de la importante cantidad de bonos convertibles en acciones existentes en la compañía) dará la mayoría a Oughourlian en la junta de accionistas de Prisa que se celebrará en junio.

Además, con la ampliación de capital se diluirá la participación de los accionistas cercanos al Gobierno (Global Alconaba, el grupo de accionistas cercano al Gobierno capitaneado por Andrés Varela Entrecanales, el productor del documental de Sánchez; Adolfo Utor y Diego Prieto, que concentraban hasta ahora alrededor del 17 % del capital). Con ello se alejaría su objetivo de conseguir el 51 % de las acciones para derrocar a Oughourlian.

Aunque Vivendi cambie de bando (tiene el 11,8 % de las acciones), el francés conservará la mayoría. Además, no parece nada seguro que venda; no solo por la excelente relación personal y profesional que mantienen con Oughourlian, sino porque para vender piden 0,67 euros por acción y eso es mucho dinero para el Gobierno.

Mayor aún sería la cantidad si el grupo afín a Sánchez quisiera comprar además la parte de Oughourlian. Al rebasar el 30 % del capital, se verían obligados a lanzar una oferta (OPA) sobre el 100 % de la compañía y a desembolsar alrededor de 800 millones de euros, una cantidad que les resultará muy difícil de conseguir.

La maniobra de la ampliación de capital asegura a Oughourlian el control de Prisa, que además de momento no quiere dejarlo. Recientemente se reunió con la redacción de El País para comentarles su objetivo de que el periódico vuelva a ser un periódico de centro izquierda más independiente, lanzando de fondo su intención de alejarlo del sanchismo propagandista.

Con la nueva estructura accionarial que le da un mayor control, a Oughourlian se le han quitado las ganas de vender, más aún teniendo en cuenta que no puede abandonar a los nuevos inversores extranjeros que ha atraído con la ampliación de capital. Si el Gobierno quiere mantener una buena relación con Prisa, tendrá que tener en cuenta que la situación ha cambiado. La época en la que tenían el control editorial se ha terminado.

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