
El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón,
La rebaja de impuestos de Illa en Cataluña desnuda el infierno fiscal asturiano y fuerza a Barbón a rectificar
El Principado anuncia precipitadamente una rebaja de impuestos tras quedar como la región con el IRPF más alto para las rentas bajas
La rebaja del IRPF anunciada por Salvador Illa en Cataluña ha dejado a Asturias en una posición compleja, con el IRPF más alto para las rentas bajas. De ahí que el Ejecutivo que preside Adrián Barbón se apresurara ayer a anunciar una rebaja del impuesto de la renta «a las clases medias y trabajadoras», la primera en diez años.
El gobierno catalán aprobó el pasado martes un paquete de medidas fiscales que contempla una rebaja del tramo autonómico del IRPF en la tributación de las rentas más bajas, de los que cobren menos de 33.000 euros brutos al año.
La medida supone la rebaja de un punto, hasta el 9,5 % en el primer tramo de tributación, y se podrán beneficiar un 63 % de los contribuyentes en la declaración de la renta del próximo año. Todo un giro respecto a la postura habitual de las comunidades socialistas, que abogan precisamente por una carga fiscal mayor bajo el argumento de que es necesaria para la adecuada financiación de los servicios públicos.
Asturias fue, tras Cataluña, la región con peor posición en el ranking de competitividad fiscal que elabora anualmente la Tax Foundation americana.«Asturias se beneficiaría significativamente de la reforma del impuesto sobre la renta y de sucesiones. Los asturianos tienen, con diferencia, la mayor carga impositiva en materia de sucesiones entre las regiones», destacan desde la organización.
Para el PP, el anuncio del Ejecutivo asturiano confirma la «gran mentira de la vía fiscal de Barbón», en palabras de la diputada del PP en la Junta General del Principado de Asturias (JGPA) Beatriz Polledo.
Polledo ha dicho que Barbón se ha venido negando «tozudamente» durante años a cualquier bajada de impuestos, y le ha acusado de someter a los asturianos a unos impuestos «desproporcionados» solo por su «cabezonería ideológica», según recoge EP.