
El presidente estadounidense, Donald Trump.
Los estadounidenses temen quedarse sin papel higiénico por la guerra comercial
Los aranceles a la madera de Canadá ponen en jaque el suministro de un material fundamental para la fabricación de este producto
La historia reciente de Occidente va camino de resumirse por la crisis del papel higiénico. Este producto desapareció de los supermercados durante la pandemia por el pánico de los consumidores y ahora vuelve a estar de actualidad por la guerra arancelaria iniciada por Donald Trump. Su propuesta de imponer tarifas a las importaciones canadienses podría incrementar el costo de la pulpa de madera esencial para la producción de papel higiénico y, por consiguiente, su precio.
Los aranceles propuestos por el presidente estadounidenses incluyen un gravamen del 27 % a la madera procedente de Canadá, lo que podría afectar al suministro de pasta kraft de madera blanda blanqueada, un material fundamental en el proceso de producción de papel higiénico y toallitas húmedas.
Con estas medidas, Trump pretende impulsar la manufactura estadounidense, sin embargo, los productores de papel higiénico estadounidenses solo quieren pulpa blanda procedente de Canadá, según explica Bloomberg, de donde procede el 5 % de las importaciones de este producto.
La pulpa se extrae de las astillas de madera de los aserraderos. En caso de que estos se vean obligados a cerrar por los aranceles, la producción de pulpa disminuiría, lo que afectaría a los fabricantes estadounidenses de papel higiénico. Aunque Trump asegura que estas medidas incentivarán la fabricación nacional, desde el sector advierten que la pulpa de madera blanda canadiense tiene unas propiedades que no pueden ser reemplazadas por las alternativas estadunidenses.A esto hay que añadir el impacto en la cadena de suministro. El aumento de los costes de la madera afectaría también a la construcción, lo que desembocaría en una menor tala de árboles y una reducción de las astillas disponibles. Esta escasez no solo afectaría al papel higiénico, sino también a la producción de muchos tejidos.
Jean-François Samray, director del Consejo de la Industria Forestal de Quebec comenta a Bloomberg que los aserraderos no son fácilmente adaptables y tienen que operar a plena capacidad o cerrar por completo. Por tanto, un cierre temporal o la reducción de la producción tendría un efecto directo en la oferta y la demanda.
Actualmente, Estados Unidos impone aranceles del 14 % a la madera canadiense y está previsto que se eleven al 27 % este año. Si se aplica otro 25 % como quiere Trump, elevaría el gravamen al 52 %, sin contar con la investigación abierta por el ejecutivo estadounidense sobre los riesgos de seguridad nacional vinculadas a las importaciones de este producto y que podrían conducir a tarifas más altas.
«Día de la liberación»
Trump está familiarizado con las guerras comerciales y ya en su primer mandato impuso gravámenes a las importaciones procedentes de China. Sin embargo, los economistas temen que esta ronda tenga efectos más significativos en las economías de todo el mundo y que los consumidores sean los que soporten la carga del aumento de precios.
El próximo miércoles, la Administración Trump tiene previsto introducir más aranceles en una fecha que el presidente norteamericano ha denominado como «Día de la liberación».