El fracaso del bable en las aulas: tras 40 años como optativa, solo el 23 % de los alumnos lo escogen
En ESO y Bachillerato, casi nueve de cada diez estudiantes (86,8 %) eligen aprender alemán o francés en lugar de asturiano
El asturiano –también llamado bable– no está considerada lengua oficial por el estatuto de autonomía del Principado de Asturias. Sin embargo, sí que viene recogido en este texto la obligación de promocionarla para evitar su extinción. Es por ello que este idioma se imparte como asignatura optativa en Primaria y Secundaria desde el año 1984.
A pesar de cumplirse ahora 40 años de la introducción de la lengua en las aulas, son pocos los alumnos que la escogen. A día de hoy, continúa siendo una materia muy secundaria, y es que solo el 23 % de los alumnos de Infantil, Primaria y Secundaria recibe clases de asturiano o eonaviego –variedad del galaico-portugués hablada en el occidente asturiano–.
Si se analizan los datos en función del tipo de colegio –público o concertado– sí que se aprecian más diferencias. En los primeros, el porcentaje sube hasta el 27,4 %, mientras que si analizamos los segundos, baja considerablemente hasta el 9,4 %.
En Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato, casi nueve de cada diez estudiantes (86,8 %) eligen aprender alemán o francés en lugar de asturiano. En Primaria, la mayoría de las familias también optan por la asignatura de cultura asturiana, con un 70 % de preferencia frente al aprendizaje de bable, que es la otra alternativa disponible.
Barbón busca más bable en las clases
Para maquillar estos malos datos, el Gobierno del Principado de Asturias se fija en otro: que este curso el número de matrículas ha subido ligeramente y suma 22.909 alumnos que reciben clases de lengua asturiana. Esto viene después de que este pasado verano el ejecutivo autonómico emplease recursos públicos para llevar a cabo una campaña publicitaria que apareció en redes, marquesinas y medios para promocionar que las familias escogiesen esta optativa.
El presidente del Principado, el socialista Adrián Barbón, afirmó el pasado mes de noviembre que la oficialidad «es una cuestión de justicia» y que, después de 40 años de asturiano en las escuelas «todavía no llegamos a la meta, pero tenemos que estar satisfechos».
Asimismo, explicó que antes de 1984 «no se podía aprender asturiano en la escuela, estaba prohibido, como si fuera delito y si una maestra se atrevía a enseñarlo, la castigaban». «En 1984 fue una revolución y, aunque resulta difícil de creer, hablar en asturiano en la escuela era por entonces motivo de burla, riña y, mismamente, de castigo porque se consideraba algo vulgar, de ignorantes y aldeanos», ha señalado.