Cresta, pendientes, explosivos y un oscuro pasado en ETA: así es el profesor exconvicto de un colegio de Navarra

El miedo y la incertidumbre se ha apoderado de las familias del IES Valle del Ebro de Tudela, al percatarse de que un profesor recién incorporado al equipo docente del centro fue condenado a ocho años de prisión por pertenencia al aparato logístico-militar de ETA, la banda terrorista que atemorizó España durante más de 40 años.

Durante la jornada de ayer, Unión del Pueblo Navarro (UPN) mostró su «absoluto rechazo» por esta contratación: «Nos parece un despropósito total que una persona que ha sido condenada por vinculación con acciones terroristas esté impartiendo clase en un instituto de la red pública de Navarra», han denunciado. «Su pasado le inhabilita moral y éticamente para impartir docencia y ser responsable del desarrollo educativo de personas jóvenes», han añadido.

Los regionalistas se han comprometido «a presentar iniciativas para modificar la normativa de acceso a la función pública con el fin evitar que se repitan situaciones como esta y para que personas que hayan formado parte de una banda terrorista no puedan dedicarse a la docencia».

Se trata del exetarra José Javier Osés Carrasco, quien, ataviado con una cresta y vistosos pendientes, imparte clases de Economía a los alumnos de Bachillerato en el citado centro desde el pasado 8 de enero. Tal y como ha podido comprobar este medio, su nombre aparece en los listados de la bolsa de interinos del departamento Navarro de Educación para este curso, y, a día de hoy, continúa dando clases.

Pasado delictivo de Osés Carrasco

Natural de la localidad navarra de San Martín de Unx, Osés Carrasco ha estado vinculado a diversas actividades delictivas relacionadas con la organización terrorista ETA. En primer lugar, desde 2004 a 2007 participó activamente en aproximadamente 40 actos de violencia callejera (kale borroka) en Pamplona.

El exetarra fue detenido el 21 de noviembre de 2007 en Pamplona por la Guardia Civil en el marco de una operación contra la violencia callejera. En esa acción, se arrestó a un total de seis personas acusadas de participar en unos treinta actos violentos vinculados a ETA ocurridos entre 2004 y 2007.

Entre las acciones atribuidas al grupo se incluyeron ataques contra sedes del PSOE y UPN, así como la ejecución de dieciséis atentados con artefactos caseros, once lanzamientos de cócteles molotov y cinco cortes de vías ferroviarias, según informó el Ministerio del Interior.

Tras su arresto, Osés Carrasco ingresó en prisión preventiva, acusado de pertenencia a una organización terrorista, transporte y posesión de artefactos explosivos, además de causar estragos y cometer incendios. Permaneció casi dos años en prisión preventiva, hasta que el 30 de enero de 2009 fue liberado bajo fianza.

Entre las acciones que se le imputaron estaba la colocación de un explosivo en la vivienda de Vicente Ripa, delegado del Gobierno en Navarra, ubicada en Miranda de Arga. Además, Osés contaba con una condena previa de un juzgado navarro por falta de respeto a la autoridad.

En el año 2016, Francia condenó a José Javier Osés a ocho años de prisión por su acción en el aparato logístico-militar de ETA desde comienzos de 2010 y hasta su arresto en la ciudad de Albi el 26 de junio de 2012.

Las investigaciones revelaron que había restos de su ADN en el asiento del conductor de un coche abandonado por el comando de ETA que en marzo de 2010 asesinó en Villiers en Bière, cerca de París, al oficial de policía francés Jean-Serge Nérin.

Aunque José Javier Osés Carrasco no fue inculpado ni juzgado por esos hechos debido a que los jueces instructores consideraron que las pruebas de ADN eran insuficientes para demostrar su participación en el comando, el representante del Ministerio Público afirmó que, según la policía antiterrorista, existían indicios de que él podría haber sido el conductor del vehículo utilizado en las acciones.