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Larvas de paloma en una de las repisas de la fachada de Colegio Ángel Gavinet

Larvas de paloma en una de las repisas de la fachada de Colegio Ángel GavinetAMPA Ángel Ganivet

Educación

El «alarmante» estado de algunos colegios vascos: larvas muertas, «lluvia de heces» de palomas y sin baños

«Cuando llueve, el patio infantil es inaccesible porque el agua forma una cortina en la entrada», denunciaron desde la Asociación de Madres y Padres Gorbea del colegio Antonio López de Guereñu

Varios colegios públicos de la ciudad de Vitoria se encuentran en una situación de alerta ante las condiciones higiénicas y sanitarias que podrían influir en el estado de salud de los alumnos que acuden diariamente a estos centros.

El pasado 17 de enero La Asociación de Madres y Padres (AMPA) Gorbea del colegio Antonio López de Guereñu consiguió la aprobación de una moción para solucionar los problemas de mantenimiento del centro. Tres madres pertenecientes al AMPA comparecieron en el pleno del Ayuntamiento para evidenciar las lacras del López de Guereñu y calificaron las deficiencias como «alarmantes».

Señalaron problemas como ventanas y persianas desprendidas, baños cerrados por razones de seguridad y un drenaje deficiente que provoca torrentes de agua en los accesos cuando llueve. «Cuando llueve, el patio infantil es inaccesible porque el agua forma una cortina en la entrada», explicaron.

Asimismo, estas madres de alumnos denunciaron inconvenientes relacionados con la limpieza, como la acumulación de excrementos de palomas y paredes interiores deterioradas, marcadas por manchas y áreas con pintura descascarada. «Estamos hablando de menores de edad, y su bienestar debería ser prioritario», señalaron.

Entrada del CEIP Antonio López de Guereñu

Entrada del CEIP Antonio López de GuereñuGobierno vasco

Esta situación de insalubridad en centros escolares no es novedad en la capital alavesa. Al inicio de este curso el frontón del CEIP Salburua presentaba tal acumulación de excrementos que fue necesario precintarlo durante varios días. Aunque se reabrió el pasado 9 de septiembre para el inicio del curso, apenas una semana después tuvo que volver a ser clausurado.

Por otro lado, este mismo centro se vio forzado a cerrar el polideportivo a causa de una plaga de palomas que provocaba tal «lluvia de heces», que convirtió el espacio en inaccesible tanto para los alumnos como para los profesores.

El colegio Lakuabizkarra, por su parte, también denunció la ingente acumulación de excrementos de palomas en el patio. Los padres denunciaron que mientras sus hijos estaban en el recreo había «palomas muertas colgadas en la red del frontón».

Larvas de palomas en el comedor

Uno de los casos más sonados es el del colegio Ángel Ganivet, también sito en Vitoria, que el curso pasado se vio forzado a cerrar el comedor escolar de los niños de entre 2 y 6 años por la presencia de larvas de palomas muertas en su interior.

La salmonela, la psitacosis, la tuberculosis y la gripe aviar son algunas de las enfermedades que las palomas pueden transmitir a los seres humanos, siendo sus excrementos un foco común de contagio.

En la interminable batalla del Ayuntamiento contra la proliferación de palomas, se han ganado algunas batallas, pero la guerra sigue sin resolverse. Un ejemplo de éxito se dio hace seis años en este mismo centro, el colegio Ángel Ganivet, donde se instaló una red en el frontón del edificio de Educación Primaria para evitar que las aves anidaran. La estrategia funcionó y las palomas se marcharon, pero no muy lejos: simplemente se trasladaron al edificio de Educación Infantil.

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