
Carteles de Vox contra el bable en las afueras de Avilés
Estrepitoso fracaso del bable en Asturias: cierran 'escuelines' y la ley se le atraganta al PSOE
Para el PP, esta medida abanderada por el presidente autonómico, Adrián Barbón, es únicamente «un arma arrojadiza» que «no hace bien a nadie»
El pasado 29 de febrero, la Junta General de Asturias votó por primera vez la oficialidad del asturiano, respaldada por el PSOE de Adrián Barbón, Convocatoria y Covadonga Tomé (ex de Podemos), quienes sumaron 23 votos, contra los 22 del PP, Vox y Foro Asturias. A pesar de que el bloque izquierdista presentó una ligera mayoría, la realidad es que las cuentas no salen, ya que el Estatuto de Autonomía requiere una mayoría cualificada, de 27 votos, para refrendar la cooficialidad del bable, cifra que el PSOE no ha sido todavía capaz de lograr, a pesar de sus intentos de convencer al hemiciclo asturiano.
Para el PP, esta medida abanderada por el presidente autonómico, Adrián Barbón, es únicamente «un arma arrojadiza» que «no hace bien a nadie». «No se puede levantar muros entre asturianos con algo que es patrimonio de todos», espetó el 'popular' José Luis Costillas. Para Pumares, aunque defendió debatir y discutir sobre la Ley de Uso y Promoción del Asturiano, recalcó que «lo que hay detrás de esta propuesta es un fin exclusivamente electoralista».
A pesar de las numerosas propuestas del PSOE para lograr la oficialidad del bable, la realidad es que se trata de una medida estancada. La imposición del asturiano o bable como lengua cooficial en Asturias supondría la antesala de políticas educativas de inmersión lingüística como las que sufren Cataluña, el País Vasco o Galicia, donde el español queda relegado a una lengua secundaria y se potencia encarecidamente la lengua cooficial.
El presidente de Asturias, el socialista Adrián Barbón, ha expresado en numerosas ocasiones su intención de convertir el bable y el eonaviego en lenguas cooficiales del territorio. El pasado 8 de mayo, el líder asturiano aseguró que hará todo lo que esté en su mano para alcanzar un acuerdo para oficializar el bable, que, defiende Barbón, «cuenta con un apoyo mayoritario de la sociedad expresado democráticamente a través de las urnas».Su objetivo es reformar exclusivamente el artículo 4 del Estatuto de Autonomía del Principado de Asturias, que dicta que «el bable gozará de protección. Se promoverá su uso, su difusión en los medios de comunicación y su enseñanza, respetando en todo caso las variantes locales y la voluntariedad en su aprendizaje». Sin embargo, no lo categoriza como lengua cooficial del territorio astur, como sí ocurre en las citadas comunidades autónomas.
Según los últimos datos, solo un 2,8 % de asturianos habla este dialecto romance proveniente del latín, a pesar de la imposición que pretende ejercer el socialista Adrián Barbón. Prueba de ello son el cierre de escuelines, guarderías en bable para niños, como es el caso de la escuelina de Pola de Laviana, centro que se vio obligado recientemente a cerrar sus puertas por «falta de personal» con capacidades para hablar el asturiano.