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Difunden imágenes de unos alumnos acosando a un compañero con parálisis cerebral

La agresión ha derivado en un procedimiento judicial iniciado a instancias de la familia de la víctima, lo que ha provocado la suspensión del expediente administrativo hasta que se resuelva la vía penal

La Consejería de Educación de Cantabria ha puesto en marcha el protocolo contra el acoso escolar y ha incoado un expediente disciplinario a cuatro alumnos del instituto Torres Quevedo de Santander, implicados en una agresión a un compañero con discapacidad motora. Como medida cautelar, se ha decretado su expulsión del centro por cinco días, el máximo permitido por la normativa vigente.

El titular de Educación del Gobierno cántabro, Sergio Silva, ha expresado mediante un comunicado su más enérgica condena y ha manifestado su «rechazo total» ante la agresión sufrida por este estudiante, ocurrida en el interior del recinto escolar.

Una vez conocido el incidente, la Consejería activó el protocolo correspondiente para casos de acoso escolar. En la mañana de este jueves, el consejero se reunió con el Servicio de Inspección Educativa, del que recibió información detallada sobre la apertura de un expediente disciplinario ordinario contra los menores responsables del ataque.

Este expediente implica la adopción de medidas cautelares, entre ellas la expulsión de los alumnos durante cinco días, límite que marca la legislación educativa para este tipo de sanciones.

La agresión ha derivado también en un procedimiento judicial iniciado a instancias de la familia de la víctima, lo que ha provocado la suspensión del expediente administrativo hasta que se resuelva la vía penal. No obstante, la Consejería ha optado por mantener activo el protocolo de acoso escolar con el objetivo de esclarecer tanto los hechos ocurridos como el contexto previo a la agresión.

Asimismo, la administración educativa ha informado de que los familiares del alumno afectado han sido recibidos en el propio centro y que se ha establecido una comunicación directa y constante con ellos.

Por otro lado, el PSOE de Cantabria ha reaccionado criticando duramente la actuación del departamento que encabeza Sergio Silva. Los socialistas han expresado su inquietud ante «las brutales imágenes difundidas» del suceso, así como por lo que consideran una actitud de «inacción» por parte de la Consejería.

En un comunicado, han exigido al consejero que actúe de forma decidida y han tildado de «gravísima» la gestión del caso hasta la fecha, acusándole de haber «mirado hacia otro lado». El partido ha mostrado, además, su apoyo a la familia del menor agredido.

Investigan agresiones previas

La Consejería de Educación de Cantabria investiga dentro del procedimiento de acoso escolar activado si previamente pudo haber otros episodios. El consejero de Educación de Cantabria, Sergio Silva, ha garantizado que no hay interacción entre el menor con discapacidad agredido y los cuatro participantes en los hechos. A preguntas de los periodistas, en su visita a un colegio del municipio de Colindres, Silva ha mostrado su «máxima protección y acompañamiento» al menor y a toda su familia, ya que están viviendo una situación «bastante complicada».

Ha explicado que desde que el instituto fue conocedor de los hechos se activó un procedimiento disciplinario que, actualmente, se encuentra paralizado porque hay unas diligencias abiertas en la Fiscalía. Cuando acabe el procedimiento judicial, el expediente administrativo disciplinario terminará «con las sanciones que tenga que acabar». La más grave es el cambio de centro, ha apuntado.

También se ha activado un procedimiento de acoso escolar para determinar si se trata de un acto de acoso, «no tanto por el episodio en sí, sino por lo que haya podido suceder anteriormente». «Estamos en una situación en la que hay un control permanente sobre la víctima para que no esté en ningún momento solo, tanto en el aula como fuera. Equipo docente, profesores de apoyo, orientadora y técnico socio-sanitaria que acompañan a este menor por sus especiales características hacen que en ningún momento se encuentre solo», ha reiterado el consejero.

Y ha destacado que lo más importante es que fuera del aula esté vigilado y supervisado para que no vuelva a ocurrir. «Eso es lo que garantizamos. No hay interacción entre ellos porque esa supervisión permanente del menor va a hacer que nunca esté solo tanto en el aula como fuera», ha apostillado. Se ha hablado con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para que atiendan «no solo la situación del menor, sino el entorno que se está generando».

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