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Agentes de Policía Foral durante un control de carreteras

Agentes de Policía Foral durante un control de carreteras

Nuevo freno del traspaso de Tráfico a Navarra: no quieren que guardias civiles pasen a la Policía Foral

Los «problemas técnicos» surgidos en la pasarela para pasar de un cuerpo al otro coinciden con una ofensiva nacionalista para evitarla

De todos es sabido que la asunción de las competencias de Tráfico en Navarra es una de las grandes reclamaciones nacionalistas. Es una buena forma de comenzar a echar a la Guardia Civil de la Comunidad Foral o, en su defecto, de quitarle toda la visibilidad que le daba estar en todas las carreteras. De hecho, fue el propio PNV quien propició en octubre de 2018 el paso definitivo para que Navarra asumiera Trafico a cuenta de dar su respaldo a la moción de censura a Rajoy que llevó a Pedro Sánchez a la Moncloa.

Después de tres años de aplazamientos y suspensiones, por fin, parecía que el miércoles se iba a firmar el traspaso definitivo. Sin embargo, a tan solo una semana de la fecha anunciada, «se ha avanzado de forma sustancial a falta de algún detalle en todo lo que se refiere al ámbito de la pasarela de miembros de la Guardia Civil a la Policía Foral. Estamos pendientes de concretar cuestiones más técnicas que otra cosa», según el vicepresidente del Gobierno de Navarra. Javier Remírez excusaba así el retraso de la firma definitiva de la transferencia de la competencia de Tráfico a Navarra, que supondrá la expulsión de casi 200 agentes de la Guardia Civil de Navarra.

El vicepresidente aludía a la dificultad de calcular el coste que supondrá esta pasarela en el Convenio Económico. Lo cierto es que, en las últimas semanas, desde que se conoció el acuerdo entre Navarra y el Estado para el traspaso de dichas competencias, las dificultades han venido de otras vías.

Pasarela

Sin embargo, detrás de esas «cuestiones más técnicas que otra cosa» también se esconde cierto recelo en una parte del Gobierno foral y sus socios. El mismo sector nacionalista que logró la promesa del traspaso de competencia es ahora quien lo está frenando. Quieren el traspaso, pero a su manera, sin el pase de guardias civiles a la Policía Foral.

Controles de motos por patrullas de tráfico de la Policía Foral y la Guardia Civil

POLICÍA FORAL

Controles de motos por patrullas de tráfico de la Policía Foral y la Guardia CivilEuropa Press

El problema y las diferencias vienen a la hora de implementar las «cuestiones técnicas» necesarias para llevar a cabo esa «pasarela». Los socialistas han incluido en los Presupuestos de Navarra una enmienda adicional en la que «se faculta al Gobierno de Navarra para habilitar en las partidas presupuestarias correspondientes, mediante la tramitación de movimiento de fondos, los créditos necesarios para financiar la integración del referido personal», es decir, de los guardias civiles que se acojan a la «pasarela» para incorporarse a la Policía Foral.

Y aquí es cuando saltó el sindicato nacionalista ELA, vinculado, al menos ideológicamente, al PNV, actor principal de la coalición Geroa Bai, que está integrada como segunda fuerza en el Gobierno de Navarra. Para este sindicato, «en ningún caso deben tener prioridad los miembros de cuerpos de naturaleza militar como la Guardia Civil».

No son los únicos palos que los nacionalistas colocan en las ruedas de la Guardia Civil. El pasado lunes 22 el coronel jefe de la Guardia Civil de Navarra, Santiago Martín, denunciaba en unas jornadas que desde el Teléfono 112 de emergencias, se prioriza a la Policía Foral frente a la Guardia Civil. «El del actual procedimiento establecido para atender las emergencias impide en muchas ocasiones que el ciudadano sea atendido por el recurso policial que tiene más próximo. Es una cuestión crucial, ya que, en los casos más graves, como incendios, violaciones, o violencia de género, donde el tiempo de respuesta es crítico, tenemos que poner los mecanismos para que la patrulla policial que esté más cerca de la incidencia la atienda». Más grave, si cabe, resulta que el protocolo que permitiría acudir a cualquier incidencia al operativo más cercano, fuera del cuerpo que fuera, lleva diez años, una década, firmado. Continua sin cumplirse.

Todo apunta a que el PNV, o lo que es lo mismo, Geroa Bai en Navarra, se pondrán más duros a partir de ahora. El pasado día 24 Bildu cerraba el acuerdo con el PSOE para que los policías forales se jubilen a los 60 años, cosa que no sucede entre los policías nacionales y los guardias civiles. Ésta era una reclamación que el PNV llevaba tiempo trabajando con el Gobierno central, pero ha sido Bildu quien les ha quitado el mérito. Y no ha sentado nada bien en las filas de Sabin Etxea, hasta ahora adalid de los logros obtenidos en Navarra como las propias competencias de Tráfico, acordadas para dar el voto favorable a Pedro Sánchez en la moción de censura a Mariano Rajoy. También fue obra del PNV que el pasado 29 de octubre Navarra asumiera la gestión del Ingreso Mínimo Vital a cuenta de que los nacionalistas no presentasen una enmienda a la totalidad de los próximos Presupuestos Generales del Estado. 

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