El laberinto catalán
Por qué el independentismo se opone a los Juegos Olímpicos de Invierno Pirineos 2030
Será en 2023 cuando se fije la sede de cita olímpica invernal, pero no hay entendimiento para una candidatura unida entre Cataluña y Aragón
Los intentos de obtener unos Juegos Olímpicos en los Pirineos son una vieja aspiración de los municipios y agentes económicos de la cordillera. Zaragoza-Pirineos lo intentó en 2022, pero finalmente desistió. Antes Jaca, en 1998, a rebufo del éxito de Barcelona 92 también aspiró a la nominación.
El año nuevo empezará con los Juegos de invierno en Pekín, una efeméride que está rodeada de polémica por el anuncio de boicot promovido por EE.UU. al que se han unido, hasta ahora, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. En 2026 la cita olímpica invernal será en Milán-Cortina d'Ampezzo, un modelo de juegos entre una gran ciudad y la montaña muy parecido al que se podría celebrar en 2030 en los Pirineos.
Será en 2023 cuando se fije la sede de cita olímpica invernal de 2030 para la que compiten de forma destacada la ciudad norteamericana Salt Lake City, que ya albergó unos exitosos juegos en 2002, que fueron la plataforma a la frustrada candidatura presidencial de Mitt Romney contra Obama, y la japonesa Sapporo, ciudad de grato recuerdo para los españoles, dado que fue allí donde Paquito Fernández Ochoa ganó la primera medalla de oro para el deporte blanco español en 1972. En comparación a estas dos ciudades el proyecto pirenaico está mucho más atrasado porque la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona se mueven entre la indiferencia y la posición abierta a la candidatura.
Juan Antonio Samaranch, vicepresidente del COI, valoró en una reciente conferencia sobre el proyecto celebrada en Barcelona en 1.450 millones de euros la inversión a realizar para que se lleven a cabo los juegos, de los que el COI aportaría 870. Esta inversión serviría para actuar sobre un territorio necesitado de mejoras en infraestructuras básicas de comunicación, digitalización y servicios asistenciales y permitiría actuar sobre unos de los territorios más afectados por la despoblación como son Huesca y Lérida. En un momento en el que las ciudades, las comunidades autónomas y las empresas compiten por captar recursos públicos y fondos Next Generation llama la atención que no se trabaje en un proyecto como la candidatura olímpica que podría atraer muchos de estos fondos.
Los partidos políticos clave para sostener el Gobierno catalán, como la CUP o los Comunes de Colau, se oponen al proyecto
El proyecto olímpico se concibió como candidatura conjunta entre Aragón y Cataluña, pero mientras en el Pirineo oscense se muestras activos y entusiastas y el evento tiene apoyo popular, los catalanes se muestran mayoritariamente indiferentes o recelosos por diversos motivos. El primero de ellos es la oposición de partidos políticos clave en el sostenimiento del Gobierno catalán como la CUP o los Comunes de Ada Colau, y ya se sabe que sin apoyo institucional el COI no entra ni a valorar las candidaturas.
Plataforma Stop JJOO
En Cataluña se ha creado la Plataforma Stop JJOO, en la que participan activistas ecologista y diversos movimientos vinculados al mundo independentista, así como políticos relacionados con el Pirineo catalán como Iván Sánchez, alcalde de Berga de la antisistema CUP, aliado parlamentario de ERC, concejales de ERC en la Seo de Urgel, capital del Alt Urgell como Nuria Tomás o Josefina Lladós, alcaldesa de Ribera de Urgellet de Junts x Catalunya, el partido de Carles Puigdemont.
La plataforma es activa y ruidosa. Sin ir más lejos en el 32º encuentro empresarial del Pirineo, el concejal de la CUP en la Seo de Urgel boicoteó el discurso inaugural de Pere Aragonès gritando contra lo que él consideró emergencia climática y contra la candidatura pirinaica a los Juegos.
Si bien en el Pirineo catalán los contrarios al evento se han mostrado muy ruidosos, no hay unanimidad en relación a la oposición a la celebración de los Juegos. Eudald Castells, presidente de la Unión Intersectorial empresarial del Ripollés (Gerona) defiende la candidatura, dado que les pondría «en el mapa».
El PSC, Cs y el PP, así como algunos sectores de Junts X Catalunya, se han mostrado partidarios de la candidatura olímpica y el presidente de la Generalitat, cuando ha sido preguntado por el tema, ha nadado y guardado la ropa porque no quiere enfrentarse a la CUP y a los Comunes, que han comprometido su apoyo en la aprobación de los presupuestos.
El Valle de Arán se alinea con Aragón
Mientras Cataluña se descuelga, Aragón sigue apostando fuerte por los Juegos Olímpicos. Un centenar de alcaldes entre los que destacaban los de Jaca, Benasque y el presidente de la diputación de Huesca celebraron, hace pocas semanas, un acto de apoyo a la candidatura en el que participo Alejandro Blanco, presidente del COE. Los municipios del Valle de Arán, en Cataluña, se han alineado con Aragón. La principal autoridad del Valle de Arán, Maria Vergés, Síndica del Conselh de Aran, ha criticado el mutismo de la secretaria autonómica de deportes de la Generalitat, la republicana Anna Caula, y se ha quejado de que llega «más información de Madrid que de Barcelona».
A pesar de que la apuesta por los Juegos es mucho más clara en la comunidad aragonesa, la unanimidad tampoco es total. Tanto la Chunta como Unidas Podemos, socios en el Gobierno regional del Partido Socialista, se han posicionado en contra.
Pedro Sánchez ha avalado un proyecto al que definió como «de país en pie de igualdad entre Aragón y Cataluña», pero la realidad es que las reticencias de la Generalitat a alinearse al 50 % con Aragón suponen un lastre para avanzar en la concreción de la candidatura. Las diferencias empiezan ya en la denominación. Mientras Lambán habla de «los Juegos Olímpicos de Invierno 2030 en Cataluña y Aragón», Aragonès los empezó denominando «Los Juegos de Pirineus-Barcelona» y ahora los cita como «Pirineus» a secas.
Lambán, harto de las reticencias e indefinición catalana, denunciaba en una carta enviada el 14 de julio al presidente del COE la imposibilidad de sacar el proyecto adelante por «la deslealtad mostrada por la Generalitat hacia el Comité Olímpico Español» y recalcó la imprescindible la «participación de ambas comunidades en pie de igualdad».