Símbolos oficiales
Cuatro curiosidades de la bandera de España
Un experto en Historia de España explica a este medio por qué el símbolo presenta los colores rojigualdos y un escudo de origen castrense, entre otras curiosidades
Junto al himno nacional y el escudo, la bandera se erige como uno de los tres símbolos oficiales del Estado. Cargado de historia y de curiosidades, este emblema nacional bebe de un origen castrense y una larga tradición monárquica. José Luis Orella, profesor de Historia de España de la Universidad CEU San Pablo, explica para El Debate el origen y los detalles de la bandera del país.
El origen castrense
El también Doctor en Historia de España por la Universidad de Deusto explica que «la bandera nacional tiene su origen en un Real Decreto de 1785». «Carlos III ordena la configuración de una nueva para la Armada real española. Entonces era blanca, correspondiente a la dinastía Borbón, con el escudo de armas de la monarquía española».
El profesor relata que, «en alta mar, los buques ingleses confundían a menudo nuestros navíos con los franceses, que usaban la bandera albina borbónica con las flores de lis y, en el Mediterráneo, con los del reino hermano de las Dos Sicilias». Por ello, triunfó «el modelo basado en los colores de la Corona de Aragón, muy distinguible en alta mar».
Así, «la Reina Isabel II la convierte en bandera nacional por un Real Decreto de 1843, como enseña común de todos los Ejércitos». Además, «subsiste con la variante de las armas de los Saboya, de la Primera República o de la Restauración de la monarquía con Alfonso XII». ¿La excepción? La Segunda República. «Se acentúa su castellanidad, eliminando la simbología monárquica e introduciendo el morado de Castilla». «Con el triunfo del bando nacional en la Guerra Civil, se restauran los colores de la rojigualda con un escudo de armas basado en el de los Reyes Católicos».
El Rey Juan Carlos I «la sustituye por una más fiel a la original, aunque finalmente será relevada por un nuevo escudo más simplificado».
El rojo y amarillo
«Los colores rojos y amarillos siempre han estado presentes en la historia de España». Como afirma el profesor, «por un lado, el amarillo de la Corona de Aragón y de otro, el rojo implica a Castilla». «Los famosos pendones morados, en realidad eran rojos y los Reyes Católicos los llevaron ya en esa época». «Posteriormente también se impuso, luego es un color de mártir». Se trata de un color «un poco transversal a todos los reinos que han conformado España».
La Constitución de 1978
Son muchos los ciudadanos que se preguntan por qué los padres constituyentes decidieron esta bandera.
Artículo 4.1 de la Constitución
Para Orella, existen dos razones, una por temor y otra por eficacia y sensatez. El Ejército de José Bonaparte utiliza el color blanco, como el tradicionalmente usado por el español, «lo que podía llevar a confusión». Así, se opta por «la bandera de la Armada de las formaciones marítimas» para «evitar el confusionismo en los enfrentamientos, utilizando un estándar que diferenciaba a las formaciones españolas de las bonapartistas».
¿Se podría cambiar?
El profesor subraya que la bandera «se podría modificar, como cualquier reforma de la Constitución, con una mayoría significativa». Tal y como reza la propia Carta Magna en su artículo 167, dado que la bandera se regula en el Título Preliminar, habría que modificarla por la vía, como explican los constitucionalistas, de la reforma super-agravada.
Se trataría de un complejo procedimiento en el que se requeriría la «mayoría de dos tercios de cada Cámara, y la disolución inmediata de las Cortes». Después, «las Cámaras elegidas» tendrían que «ratificar la decisión y proceder al estudio del nuevo texto constitucional», para, a continuación, «ser aprobado por mayoría de dos tercios de ambas Cámaras». Por último, «aprobada la reforma por las Cortes Generales« sería sometida» a referéndum para su ratificación». En conclusión, resulta bastante difícil modificar este símbolo nacional en la actualidad.