Ley de Secretos Oficiales
Bolaños diseña un grupo de inteligencia paralelo en Presidencia para controlar a las empresas estratégicas de Defensa
El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, quiere aprovechar su proyecto estrella, la nueva Ley de Secretos Oficiales, para crear una unidad de inteligencia paralela al Centro Nacional de Inteligencia (CNI). El objetivo de esta maniobra es hacerse con el control de la información que manejan las empresas estratégicas españolas del ámbito de la Defensa, que son clave para la seguridad nacional y para el conjunto de la economía española. El borrador de la nueva norma establece que Bolaños sería el máximo responsable de otorgar el permiso específico de seguridad que estas compañías necesitan para poder ejercer su actividad.
Para llevar a cabo esta unidad, el ministro se está apoyando en el asesoramiento del general Miguel Ángel Ballesteros, director del Departamento de Seguridad Nacional (DSN). La misión del DSN es asesorar al presidente del Gobierno en materia de seguridad pero en ningún caso la generación de inteligencia. Entre otras cosas, porque no dispone del personal necesario para llevar a cabo esta función. De ahí que el interés de Bolaños sea controlar la Oficina Nacional de Seguridad (ONS) para beneficiarse de su equipo humano y técnico y aprovecharse de su conocimiento y experiencia.
El estatuto de personal del CNI impide a Bolaños forzar a un traslado a los agentes destinados en la ONS
Dentro de este organismo, integrado en el CNI, trabajan un centenar de agentes de inteligencia considerados como la élite de la seguridad nacional. La ONS se encargan de otorgar las habilitaciones de seguridad a las empresas de carácter estratégico (compañías del ámbito armamentístico, farmacéutico o de ciberseguridad…). Un trabajo arduo y exhaustivo que requiere una intensa preparación, mucho tiempo y conocimiento. También se dedican a recibir, tratar y asegurar la información clasificada. Los planes del ministro consisten en montar su propia oficina de inteligencia paralela para asumir en primera persona la concesión de estos permisos específicos y así conocer la totalidad de las actividades de estas compañías.
Una de las empresas estratégicas más conocidas en España es Indra. A mediados del mes de junio fue puesta en el punto de mira al conocerse que el Gobierno, a través de la SEPI, había cesado a siete consejeros independientes de la compañía. De esta manera, el Ejecutivo de Pedro Sánchez se aseguraba el control absoluto del gigante tecnológico a través del nombramiento de nuevos consejeros afines que sustituyeron a los cesados o dimitidos. En esta operación de asalto al poder también participaron las empresas SAPA y el fondo Amber (primer accionista de Prisa), ambas acusadas de haberse confabulado para motivar los cambios internos.
Los servicios del CCN
Sin embargo, parte de lo que pretende Bolaños se hace desde hace varios años desde el Centro Criptológico Nacional (CCN), que depende del CNI. En esta línea, un ex agente de inteligencia explica El Debate el peligro de quitarle al Centro la capacidad de otorgar este tipo de permiso: «La labor del CNI a través de la ONS no sólo es conceder las habilitaciones de seguridad a este tipo de compañías, también se dedica a prestarles un servicio que consiste en prevenir y contrarrestar los ciberataques a los que están continuamente expuestos».
En efecto, el CCN tiene como uno de sus encargos el cuidado y la vigilancia de este tipo de empresas porque son compañías que son clave para la seguridad nacional y para el conjunto de la economía española. Actualmente, la cúpula de este tentáculo de los servicios de inteligencia españoles está conformada por un equipo de profesionales de la inteligencia de reconocido prestigio: Luis Jiménez, subdirector del Centro Criptológico; Javier Candau, jefe del departamento de Ciberseguridad; y Pablo López, jefe del Área de Normativa, entre otros.
La jefa de los espías, Esperanza Casteleiro, se ha labrado durante su trayectoria un importante prestigio entre sus colegas europeos
El CCN ofrece un amplio servicio de recursos a este tipo de compañías que, de salir adelante el anteproyecto de Bolaños, el Palacio de La Moncloa no podría ofrecer. Este periódico ha tenido acceso a la enumeración de algunos de estos servicios. Entre ellos se encuentra el acceso a una plataforma que informa en tiempo real de las amenazas existentes en la red, localiza los patrones de ataque y analiza su tráfico y flujo. También brinda un soporte específico para la contención de ciberataques, un programa de ingeniería inversa y análisis forense y un listado que permite el intercambio de información restringida y de especial interés sobre patrones de ataque.
Ley de Secretos Oficiales
Malestar en el CNI por la pretensión de Bolaños de forzar el traslado de agentes a Presidencia
También ponen a disposición de las empresas estratégicas una zona privada que ofrece informes especializados de ciberseguridad y una amplia variedad de cursos informativos y de concienciación y especialización en seguridad. Además, el CCN se encuentra continuamente desarrollando herramientas para la gestión de incidentes que ponen a disposición de este tipo de compañías. Entre ellas se encuentran las denominadas 'Lucía' y 'Carmen'. Otro de los objetivos de todos estos servicios que los profesionales de la inteligencia ofrecen a las empresas estratégicas y que, cualitativamente Presidencia no podría asumir dada la alta especialización que requieren, es evitar el robo de información y el ciberespionaje industrial, que se incrementa cada día.