La batalla de...
La pinza prometida entre PSOE y Bildu garantizaría el control 'abertzale' de Navarra
La presidenta socialista ya ha mostrado sus preferencias postelectorales mientras que Otegi ha prometido «no permitir» un Gobierno de la derecha
Corría el año 2017 cuando la entonces secretaria general del PSN-PSOE, María Chivite, criticaba en del Debate del Estado de la Comunidad Foral el cuatripartito (Geroa Bai, Bildu, Podemos e Izquierda Unida) que entonces gobernaba en Navarra: «No cuenta con el apoyo de la mayoría social. Este Gobierno acabará la legislatura, pero no repetirá en el Gobierno». Año y medio después, María Chivite acordaba el Gobierno de Navarra con ese cuatripartito. «No olvides que presidirás Navarra por nosotros», le recordaba la portavoz de Bildu en la sesión de investidura.
Corría agosto del año 2020 cuando la ya presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, afirmaba en una entrevista en el Diario Vasco que «que EH Bildu no condena a ETA impide que sea socio en Navarra y en Euskadi». Ese mismo mes de noviembre, María Chivite firmaba con Bildu el acuerdo que garantizaba la aprobación de los Presupuestos para el año siguiente.
Corría septiembre de 2022 cuando María Chivite aseguraba en una entrevista en Diario de Navarra que «los acuerdos con EH Bildu son avalados por la gran mayoría social de Navarra». Dos meses después, el secretario de Organización del PSOE, el navarro Santos Cerdán matizaba que Bildu «no» es el socio preferente, a pesar de ser el único socio que apoya externamente al Ejecutivo de Navarra, sino «el que se sienta en la mesa para hablar». En febrero de este 2023, la presidenta foral adelantaba que «el PSN no va a llegar a ningún acuerdo de gobierno con EH Bildu». Pero Arnaldo Otegi ya se encargó el pasado lunes de tranquilizar a la presidenta socialista. «No vamos a permitir que gobierne la derecha en Navarra».
Cambio de cromos
Incluso este mismo jueves la presidenta de Navarra garantizaba en un desayuno informativo en Madrid que «el PSN no quiere que Bildu forme parte del Gobierno de Navarra». Pero, claro, no dijo nada acerca de aceptar un apoyo externo como se está viviendo esta legislatura. Incluso no negó un posible cambio de cromos, esto es, permitir la alcaldía de Pamplona para Bildu a cambio de ese apoyo externo en el Parlamento. «Aspiramos a liderar el Ayuntamiento de Pamplona», se limitaba a decir.
Por mucho que traten de disfrazar el acuerdo de Gobierno con Bildu como un apoyo externo casual, lo cierto es que la influencia de Bildu en la política del Gobierno de Navarra se ha notado en la gestión de María Chivite. Y no para bien.
En la memoria de todos está el día en que la presidenta del Gobierno de Navarra anunció la fecha en la que la Guardia Civil saldrá de las carreteras navarra. Aunque era un acuerdo ya firmado por los nacionalistas de Geroa Bai la legislatura pasada, tuvo que llegar Bildu y sus votos imprescindibles para aprobar los Presupuestos Generales del Estado para que la Guardia Civil fuera expulsada de las carreteras navarras. También en este periodo se han deshecho otras unidades de la Benemérita como el grupo de montaña.
El pasado 7 de abril, El Debate explicaba cómo, aunque el Gobierno de Navarra había quintuplicado el presupuesto para el fomento del euskera, su uso en la calle había subido menos de un 1 %.
La concesión de banda para el tercer canal de la Euskal Telebista, el canal infantil completamente en euskera o el fuerte de San Cristóbal, situado sobre el monte Ezkaba, muy cerca de Pamplona, también se ha entregado como ‘lugar de memoria’ a petición de la formación abertzale son otras de las muchas concesiones abertzales del Ejecutivo foral.
Concesiones estatales
A todo esto, hay que añadir las concesiones de los socialistas desde el Gobierno central que van desde el traslado de todos los presos a las cárceles vascas y navarras hasta, ahora, la mirada distraída cuando 44 miembros de ETA han pasado a engrosar las candidaturas de Bildu.
Toda una lista de concesiones que, para no formar parte del Gobierno de Navarra, están cambiando el panorama navarro y que podría continuar si se cumplen los vaticinios de las encuestas que afirman que, otra vez, los votos de Bildu volverán a ser imprescindibles para que María Chivite continúe gobernando. El propio CIS exponía este jueves que, contando la cifra más baja de la horquilla de cada formación, los partidos que se cobijan en la actualidad bajo el Gobierno obtendrían 27 de los 50 parlamentarios forales.