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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado 15 de junio

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado 15 de junioEFE / Juan Carlos Hidalgo

Polémicas de precampaña

Sánchez abre una brecha con sus socios de Gobierno a cuenta de sus críticas al feminismo de Montero

El presidente del Gobierno recibe un aluvión de críticas sobre sus palabras en torno al feminismo «incómodo» para «hombres de entre 40 y 50 años» que representa el ala 'morada' de su Ejecutivo

Al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le está cayendo encima un aluvión de críticas por parte de sus actuales socios de Gobierno y los que espera que lo sean después de las elecciones generales del próximo 23 de julio. El motivo, su cuestionamiento del feminismo que propugna Irene Montero y el resto del ala 'morada' de su Ejecutivo de coalición, la de Unidas Podemos y partidos afines ideológicamente.

«Hay una impresión de que hay ciudadanos, hombres de entre 40 y 50 años, que han visto, en algunas ocasiones, no tanto las políticas, como el conflicto y algunos discursos han sido incómodos hacia ellos», argumentaba Sánchez en los micrófonos de Más de Uno, el programa que dirige Carlos Alsina en Onda Cero, en una entrevista que, a tenor de las reacciones, parece que le está saliendo muy cara al también secretario general del PSOE.

Para el líder del Ejecutivo, que con sus palabras se desvinculaba de una dirigente que pasa por sus horas más bajas, estos discursos suponen «un error», ya que el feminismo, según consideraba, debe percibirse como un «movimiento social integrador». «Ese feminismo integrador es, probablemente, la tarea pendiente que tiene en particular la España progresista durante los próximos años y es, probablemente, donde algo hemos retrocedido y eso es una constatación, un dato objetivo», disparaba el presidente del Gobierno contra sus principales aliados políticos. Unos argumentos en los que insistió el martes por la noche durante otra entrevista, en El Intermedio.

Las reacciones a su izquierda no se hicieron esperar y una de las primeras en replicar era la principal aludida, la ministra de Igualdad. Montero compartía una imagen en Twitter de una manifestación feminista en la que aparecían varios carteles. En el más visible se podía leer el mensaje «Disculpen las molestias, pero nos están matando», en referencia a las muertes de mujeres a manos de sus parejas.

Su pareja, el exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias, hacía más presión contra Sánchez desde Canal R(e)D, la televisión de Jaume Roures que dirige, tras su salida de la política institucional. «Ya sabéis chicas. Feminismo un poquito vale, pero no nos molestéis a los señores, que es que sois muy molestonas», ironizaba quien fuera el segundo hombre fuerte en el Gobierno después de Sánchez hasta hace bien poco.

«Si yo te contara Pedro, ojalá tuviera yo vicepresidentas como las tuyas y no estas tres arpías: una mora, la otra peruana, la otra bollera y en casa la ministra de igualdad. Estoy acorralado a mis 44 años», agregaba, haciendo alusión a las colaboradoras del programa que presenta en ese nuevo altavoz mediático del que dispone.

Díaz sale en defensa de su vetada

La propia vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, quien lleva desde hace semanas siendo acusada desde Podemos de vetar a Montero en las listas de su plataforma política, Sumar, de las listas al Congreso de los Diputados y el Senado, hacía un alarde de sororidad contra la «incorreción» de Sánchez y a favor de su 'vetada'.

«Hay que tener cuidado con las cosas que se dicen», señalaba, y añadía que «el feminismo cuestiona la sociedad porque es un movimiento intelectual que camina hacia la igualdad, cuestiona a las mujeres y a los hombres y es un movimiento que ensancha la mirada».

Desde Izquierda Unida, histórico partido que concurrió coaligado con Podemos en los pasados comicios y que el 23-J hará lo propio pero con Sumar –el futurible socio de referencia de Sánchez en un hipotético nuevo Gobierno encabezado por él– también cargaban contra el presidente.

«Donde se ponga un señoro de 50 años al punto de ofendidito... eso es imbatible», bromeaba la cuenta oficial del partido en Twitter, haciendo mofa de las declaraciones que hizo Sánchez después de las críticas del líder de IU, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, a la industria cárnica española.

Carlos Sánchez Mato, otro peso pesado del partido, que fue delegado del Área de Gobierno de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Madrid entre 2015 y 2017, durante el Gobierno de Manuela Carmena, se unía a la lluvia de críticas contra Sánchez.

«Las respuestas que sobre el tema se pueden ver en el CIS muestran que la mayoría de la gente no es como los amigos de Pedro Sánchez... Pero parece que el presidente ha optado por su estilo. 'A mí donde me pongan un chuletón al punto... Eso es imbatible' Vaya nivelón», tuiteaba junto a un vídeo extraído de la entrevista con Alsina.

Desvío del foco hacia el PP

Desde el PSOE la reacción ha sido la de desviar el foco hacia el Partido Popular y a su presidente, Alberto Núñez Feijóo, por unas declaraciones en una entrevista en la Cadena Ser sobre el candidato de Vox a la Generalidad Valenciana, Carlos Flores, condenado hace más de dos décadas por insultar a su exmujer.

«No podemos firmar con alguien que está condenado por violencia verbal, hace veinte años, es verdad; es catedrático, es verdad; ha cumplido sanción, es verdad; tuvo un divorcio duro y conllevó un abuso verbal hacia su exmujer y nosotros dijimos: verá usted, no podemos firmar un acuerdo con esta persona», argumentaba Feijóo sobre el veto que le impuso a Flores para pactar en esa comunidad autónoma y que le han servido para que la izquierda, principalmente el PSOE, cargue en tromba contra él.

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