Sede vandalizada del PSOE en Bruselas
Vandalizan y pintarrajean la sede del PSOE en Bruselas con la palabra «traidores»
El PSOE no tardó en denunciar el supuesto «ataque» a la «democracia y a los valores constitucionales», expresión parecida a la que se utiliza a nivel nacional y europeo para criticar la amnistía
La sede del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en Bruselas es conocida como la «casa del pueblo», y está ubicada en la comuna de Ixelles.
Tras el anuncio del acuerdo entre Pedro Sánchez y Carles Puigdemont sobre la amnistía, este edificio amaneció completamente vandalizado, lleno de grafitis con insultos.
Según imágenes compartidas por el partido, la fachada del edificio amaneció con pintadas de grandes letras negras en las que se podían leer expresiones como «Traidores» y «Puta PSOE». Estas pintadas fueron denunciadas por el PSOE, que no tardó en magnificarlas y tacharlas de «una agresión a la democracia y a los valores constitucionales».
En su declaración, el PSOE condenó con gran escándalo el ataque: «Denunciamos el vil ataque a nuestra sede esta noche. Este acto vandálico a la casa del pueblo del PSOE en Bruselas es una agresión a la democracia y a los valores constitucionales que nuestro partido, con más de 140 años de historia, representa».
La agresión fue ampliamente difundida a través de la red social X, donde el partido compartió fotografías de la sede vandalizada. Los autores de la pintada podrían incluso no ser españoles, dada falta gramtical de concordancia de género.
El contexto político español ha llegado hasta Bruselas, dónde tanto las instituciones europeas como los ciudadanos han encendido las alarmas. El comisario de Justicia europeo, Didier Reynders, hizo pública una carta en la que interpelaba a los dirigentes del PSOE, pidiéndoles explicaciones sobre la amnistía.
La llamada de atención de la Comisión se basó en las «preocupaciones» que tienen hacia el Estado de derecho en España y la inmensa cantidad de quejas ciudadanas que recibieron. Y mientras en España los españoles inundan las calles en protesta contra Sánchez, en Bruselas también se organizó una manifestación paralela bajo la lluvia.
El acuerdo entre Sánchez y Carles Puigdemont, que incluye una amnistía para todas las personas con causas judiciales relacionadas con el proceso independentista catalán desde 2012, pone en duda el respeto al Estado de derecho ya no solo en España, si no en toda la Unión Europea. También debilita la solidez y el valor del poder judicial nacional.
Dicho acuerdo se cerró tras intensas negociaciones lideradas por Santos Cerndán, «número tres» del PSOE, quien se alojaba en un hotel del barrio europeo de Bruselas.
