'El nacionalismo contra España': un desafío histórico en el que hoy descansa la gobernabilidad

La Fundación Villacisneros presentó este miércoles el tercer libro de una colección que ha lanzado en colaboración con el CEU para dar la batalla cultural, ante el relativismo moral y, en este caso, ante la falsificación histórica que ha alentado el nacionalismo durante décadas en nuestro país. El nacionalismo contra España aborda este desafío histórico haciendo un recorrido desde sus orígenes hasta la actualidad para ofrecer un análisis sobre un problema que va en aumento.

Llega en un momento, además, en el que Pedro Sánchez acaba de ser investido presidente de nuevo con el 'sí' de todos los partidos nacionalistas y separatistas, haciendo que sobre esta ideología descanse la gobernabilidad de España como nunca antes. Y en pleno proceso para la tramitación de una de las cesiones del PSOE al independentismo, la ley de amnistía para los encausados en el procés.

El libro se presentó este miércoles, en Madrid, en el Espacio Bertelsmann, en un coloquio moderado por el coordinador de este ensayo y director de proyectos de la Fundación Villacisneros, Carlos Urquijo, y que contó con la participación, como colaboradores del mismo, de la cofundadora de UPyD y Basta ya, Rosa Díez; José Luis Orella, profesor de Historia Contemporánea en la Universidad CEU San Pablo; y Roberto Villa, profesor de Historia Política en la Universidad Rey Juan Carlos.

Cuando se organizó este acto, estaba previsto que asistiera también como ponente el expolítico Alejo Vidal-Quadras, pero no pudo hacerlo al haber sido operado tras el atentado que sufrió en Madrid el 9 de noviembre. No obstante, el auditorio le dedicó un aplauso y los organizadores tuvieron palabras de reconocimiento hacia él. Si por algo se ha caracterizado su actividad, remarcó en la presentación el presidente de la fundación, Iñigo Gómez-Pineda, es entre otras cosas por su «permanente denuncia de las ideologías totalitarias». «Hoy más que nunca España necesita hombres como Alejo», afirmó. Gómez-Pineda, como Carlos Urquijo en su intervención inicial, subrayaron, por otro lado, que la defensa de la nación española y su permanencia es un deber que nos concierne a todos los españoles.

El presidente de la Asociación Católica de Propagandistas, Alfonso Bullón de Mendoza, valoró que este libro ofrece una visión panorámica «muy completa» del nacionalismo y reflexiona sobre los mitos que lo alientan, especialmente los económicos, y denunció que esta ideología excluyente, que está en contra de España, «ha ido tomando cada vez más fuerza».

Los tres ponentes analizaron el concepto de nacionalismo y lo que ello supone. El profesor Roberto Villa señaló que no es un problema de sentimientos, sino que es una ideología que se fundamenta en un concepto de la comunidad política «radicalmente opuesto al que tenemos nosotros», una suerte de «credo político». Por su parte, el historiador José Luis Orella lo describe como una especie de «metástasis» que está tratando de matar la comunidad que conformamos como españoles aproximadamente desde el siglo V. Señaló, en este sentido, que impregna todo y todos los ámbitos -como se ve por ejemplo en el fútbol- están parasitados por el nacionalismo, y que este «representa una estructura organizada de corrupción, de totalitarismo que lleva cuatro décadas alimentándose de la comunidad nacional española».

Para Rosa Díez, no es una ideología en cuanto a ideas o pensamientos, sino más bien una religión, pues todos los nacionalistas forman parte «de un rebaño» y, a su juicio, uno de los problemas que nos han llevado hasta aquí es que se les ha tratado como si fuesen una ideología. Asimismo, la expolítica apuntó que existe una diferencia radical entre nacionalismo y patriotismo.

Como explicó Villa, en España no somos un país anómalo por tener nacionalismos; lo hay en muchos otros países de Occidente; en lo que sí lo somos es en que haya «una izquierda postcomunista» que se ha sumado al modelo plurinacional o confederal y un PSOE que «ha dejado de ejercer su deber de izquierda constitucional» y todo ello «nos ha colocado en una situación extrema».

Se abordó en el coloquio la ley de amnistía pactada entre el PSOE y los separatistas catalanes. Díez expresó que lo más grave, además de las consecuencias, es que «establece dos categorías de ciudadanos»: por un lado, los que están por encima de la ley, que son aquellos a los que se aplica esa amnistía, y los que no, y supone reconocer que no había Estado de derecho en España. Por su parte, Villa, que se mostró partidario de que los constitucionalistas «compitan y ganen» al nacionalismo y que las instituciones vuelvan a Cataluña y el País Vasco, advirtió de que estamos «en la última fase de la desintegración de España». Y Orella, de que con la secesión veríamos una «balcanización».

En la contraportada del libro se interpela al lector: «Afrontar este reto no es solo tarea de los partidos políticos o de la Justicia. Mantener en pie la nación que heredamos de nuestros padres y la Constitución que nos hemos dado es tarea que nos concierne a todos y cada uno de los españoles. De nuestra implicación en su defensa dependerá el resultado».