La vida de las narcolanchas que llenan de hachís la costa gaditana: desde el 'astillero' hasta su 'cementerio'

Decenas de narcolanchas como la que el pasado viernes asesinó a los guardias civiles David Pérez y Miguel Ángel González campan a sus anchas por las costas del Campo de Gibraltar y, desde hace un tiempo también en localidades más alejadas del centro neurálgico del tráfico de hachís entre España y Marruecos.

La escasez de medios materiales que denuncian las asociaciones de guardias civiles y que se demuestra con la pequeña zodiac de la Guardia Civil que fue arrollada el viernes en Barbate (Cádiz) hace que los narcotraficantes comprueben lo fácil que es escapar de la presencia policial con las potentes planeadoras, más del doble de grandes que las zodiac, por lo que las narcolanchas se han convertido en todo un mercado de negocio por sí mismo.

Las narcolanchas nacen en naves industriales sin ninguna apariencia de narcolanchas. En octubre de 2022, un 'hub empresarial' con reparto de tareas y gestiones fue desmantelado por la Guardia Civil y los Mossos d'Esquadra en diferentes localidades de Gerona.

Once de los diecinueve detenidos se encargaban de ir comprando diferentes piezas náuticas por separado para no levantar sospechas. Una vez reunidas en una nave industrial de Castellón de Ampurias (Gerona), convertían una lancha normal en una auténtica narcolancha.

En abril del 22, otras cuatro 'fábricas' de narcolanchas con dedicación exclusiva fueron desmanteladas en Galicia, lo que da una idea de la amplitud de los entramados empresariales.

Una vez construida la narcolancha, siempre por encargo, con un representante de la organización delictiva la narcolancha se traslada a la zona del Campo de Gibraltar, donde se guardan en otras naves industriales que sirven de almacén.

Aquí no solo se almacenan, sino que también son reparadas cuando sufren alguna avería o son mejoradas cuando la organización criminal adquiere algún equipo tecnológico más avanzado.

Así por ejemplo, otra organización fue desmantelada en las provincias de Cádiz y Málaga se encargaba de estos menesteres. Aunque en su diversificación de negocio, también se dedicaban a almacenar la droga procedente de las bandas del Estrecho, las cargaban en camiones y las trasladaban a otros países de Europa después de que organizaciones criminales extranjeras compran esa droga. También disponían de varios miles de litros de combustible, otro de los grandes negocios que giran alrededor del narcotráfico.

El tiempo de vida de una narcolancha puede variar enormemente. Al fin y al cabo, los narcotraficantes las exprimen al máximo para hacer los viajes cuanto más rápido y más cargadas de droga.

Pero la situación de 'talleres de reparación' como los desmantelados en Cádiz y Málaga, hace ver que los narcos pretenden darles cada vez una vida más larga.

Una forma de culminar la vida de una narcolancha es que sea detenida por la Guardia Civil. Aunque hay muchas en las costas gaditanas, no son pocas las que se incautan. De hecho, hasta los sindicatos policiales se han quejado con cierta frecuencia de la acumulación de narcolanchas que se apilan en el 'cementerio de las narcolanchas' del puerto de Algeciras.