Perfil
Koldo, de portero de un burdel al hombre para todo que pagaba en billetes los hoteles de Ábalos
Koldo García Izaguirre, de 54 años, asesor del exministro José Luis Ábalos, actual diputado del PSOE en el Congreso de los Diputados, ha pasado de ser considerado un «militante ejemplar» para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a ser un apestado «que se aprovechó de lo peor de la pandemia» para enriquecerse. Hoy, el asistente del exministro es el cabecilla de una supuesta trama de comisiones ilegales millonarias obtenidas de los contratos que el Gobierno adjudicó en 2020 para la compra de mascarillas. La investigación, que está bajo secreto de sumario, la está llevando a cabo la Guardia Civil en coordinación con la Fiscalía Anticorrupción.
El poderoso asesor de Ábalos nació en 1970 en Baracaldo (Vizcaya). Desde muy joven siempre llamó la atención por su fuerte carácter, tal y como cuentan a este periódico personas que le han tratado durante un largo periodo de tiempo. Antes de que estallara la Operación Delorme sólo quienes le conocían sin cámaras de por medio sabían cómo operaba en realidad. El alcalde de León, el socialista José Antonio Díez, ha revelado este jueves en una entrevista radiofónica que Koldo le propinó varias amenazas tras una reunión que Ábalos y él tuvieron en la sede de la corporación municipal durante la etapa de éste como ministro. En concreto, Díez ha contado que Koldo le dijo «que tuviera cuidado porque aún le quedaban tres años para joderme» por haber mantenido diferencias con Ábalos.
La obstinada personalidad de la sombra del ministro, a quien Sánchez adula por su «valentía y compromiso» en su libro Manual de Resistencia por su trabajo durante las primarias que le dieron el poder en Ferraz, comenzó a hacerse notar en la década de los noventa. Antes de su incorporación al PSOE de Navarra, Koldo ejerció tres profesiones. En primer lugar trabajó como portero en un local de prostitución. Seguidamente fue vigilante de seguridad en varias empresas. Precisamente, fue en esta etapa cuando la Policía Nacional le interceptó por primera vez. Fue cazado propinando una paliza a un agricultor en plena vía pública.
Pero nunca pagó por este hecho, que quedó en la más absoluta impunidad al haber sido indultado por el Gobierno de José María Aznar. De dar una paliza pasó a proteger a quienes tenían riesgo de recibirlas. Se convirtió en escolta. Una de las personas a las que protegió como guardaespaldas fue al socialista Nicolás Redondo, a quien conocía personalmente por la amistad que el histórico dirigente tenía con su propio padre que, como él, militaba en UGT. Con estos antecedentes, logró medrar entre los socialistas navarros. Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE, le conoció durante aquellos años y la relación de confianza fue tal que el partido le incluyó en las listas electorales de la agrupación del municipio de Huarte.
Koldo fue concejal entre los años 2011 y 2015. Su mujer, Patricia Uriz, que también está imputada en la trama de cobro de mordidas por la adjudicación de contratos de mascarillas, formaba parte de la Ejecutiva del PSOE de María Chivite tras los Congresos del PSN de 2014 y 2017. Ese año fue clave para la vida del matrimonio García de Uriz. Sánchez se afianzó como secretario general del partido a nivel nacional tras unas primarias cargadas de tensión. Su elección como sucesor de Alfredo Pérez Rubalcaba se produjo en medio de un fuerte enfrentamiento con la que en aquel momento era presidenta de Andalucía, Susana Díaz.
Ábalos, que formaba parte de la candidatura de Sánchez, conoció en aquella época a Koldo de la mano de Cerdán. Usó su cara amable para conquistar al hoy presidente del Gobierno. Sánchez se quedó anonadado tras ser testigo de cómo Koldo se quedaba durmiendo en el local donde se guardaban los avales que le hicieron secretario general del partido. El exministro, que hasta ese momento era un diputado del Congreso que vivía a caballo entre Madrid y Valencia, le conoció en esos días y pronto surgió una relación de amistad. Ábalos fue nombrado número dos del partido y logró que Ferraz contratara a Koldo como «chófer y escolta».
Tras la moción de censura de Sánchez a Rajoy en 2018, Ábalos se convirtió en ministro de Transportes. Y, a la par, Koldo pasó de ser conductor a «asesor personal del ministro» y su mujer, Patricia, ayudante en el Ministerio. A pesar de los detalles que han trascendido de la investigación sobre el enriquecimiento ilícito de Koldo y su cónyuge, muchos de ellos publicados en exclusiva por El Debate, Ábalos sigue defendiendo a su asistente. El pasado miércoles, en un receso del pleno del Congreso, afirmó ante un amplio grupo de periodistas: «Me estuvo acompañando trabajando para el partido y, de hecho, por eso pasó al Ministerio». El exministro dijo que su relación con Koldo era de «fidelidad, afecto y atención».
La confianza entre ellos era tal que, a pesar de no contar con preparación académica y experiencia laboral, Ábalos lo nombró en 2019 consejero de administración de Renfe Mercancías, dependiente de la cartera de Transportes. Esta contratación fue tachada por la oposición como «enchufe» pero el ministro logró amainar la tormenta diciendo en la Cámara Baja que Koldo «estaba condecorado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado». En enero de 2020 su nombre trascendió como la persona que había acompañado a Ábalos a recibir en el Aeropuerto de Barajas a Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela aunque nunca se llegó a aclara cuál fue su papel en dicho encuentro.
Más adelante, en el mes de noviembre, Ábalos viajó a Tenerife para tratar de atajar una llegada masiva de inmigrantes ilegales a las costas de las Islas Canarias. Se alojó en el Palacio de Isora, uno de los hoteles más lujosos de la isla. El viaje, que era de trabajo, lo hizo acompañado por su familia y lo mezcló con el asueto. Al acabar las reuniones que le llevaron hasta allí se quedó en el hotel de cinco estrellas de alto lujo de Tenerife dos días descansando, el Palacio de Isora. Los extras de la estancia costaron 1.800 euros y fueron abonados por Koldo con dinero en efectivo que sacó de un sobre el domingo 22 de noviembre de 2020. A pesar de que este episodio acabó trascendiendo, el manto que Ábalos tenía tejido sobre Koldo era de tal grosor que nada de esto le hizo mella.
Mientras todos estos episodios tenían lugar, el Gobierno adjudicó numerosos contratos públicos millonarios para la compra de mascarillas. La investigación de la Guardia Civil ha revelado que Koldo cobró durante varios meses «importantes comisiones ilegales» fruto de su intermediación para que determinadas empresas fueran escogidas. Uno de los elementos del que los investigadores han tirado del hilo ha sido del patrimonio del asesor de Ábalos. En total, tres parcelas de 621 m², 4.436 m² y 10.436 m² y dos pisos ubicados en Benidorm (Alicante).
Cuando Sánchez reestructuró su gabinete de ministros en el verano de 2021, Ábalos fue cesado. Con él cayó Koldo, que abandonó Madrid y se instaló en uno de los pisos que, según los investigadores, compró con dinero negro. Fue en ese inmueble donde él y su esposa fueron detenidos esta semana. En esa vivienda hacían vida normal sin saber que en realidad estaban siendo monitorizados por la Guardia Civil, que ha pasado más de un año recabando pruebas. A día de hoy, Koldo, su mujer y una veintena de personas, la mayoría de ellos empresarios, están siendo investigados por los delitos de organización criminal, tráfico de influencias y cohecho por contratos con varias administraciones.
Ábalos, que en julio de 2021 fue cesado por Sánchez sin explicación alguna, tanto como de ministro como de secretario de Organización del PSOE, se ha declarado estupefacto y sorprendido por los malos pasos de su hombre de estrechísima confianza.