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Imagen de dos de los presuntos asesinos de Borja Villacís

Imagen de dos de los presuntos asesinos de Borja VillacísEl Debate

La llamada inesperada que provocó la detención de Kevin, el sospechoso de matar a Borja Villacís

La Guardia Civil ayudó en la localización del sospechoso, al que puso las esposas Policía Nacional

Aveces los medios de comunicación, incluso sin saberlo, colaboramos en las investigaciones policiales. A lo largo del martes, vete a saber en qué medio, se publicó que el principal sospecho del crimen de Borja Villacís se llamaba Kevin Pastor. Alguien de la Guardia Civil de Toledo lo leyó y se le encendieron las alarmas.

Según fuentes de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid, sobre las nueve de la noche se recibió en sus dependencias una llamada de la Benemérita. Tras identificarse el interlocutor, la conversación fue algo así: «Mira, ¿vuestro sospechoso es Kevin Pastor?».

Desde la confianza, que es como trabajan los grupos operativos de ambos cuerpos, se respondió con sinceridad: «Sí, los testigos que tenemos lo han identificado. Él mata a Borja». Y llega la gran noticia: «Pues os podemos ayudar, es un malo conocido por aquí y tenemos información de dónde está. Nos ponemos a vuestra disposición».

Orgullo de Policía y de Guardia Civil, que más allá de la rivalidad, saben que, si trabajan juntos, muchas veces los resultados se optimizan. Entre los jefes de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid y Comandancia de Toledo se acuerda colaborar. La primera decisión de los responsables de Madrid es coordinarse para que agentes de la Benemérita se posicionen sobre el terreno cercano una casa de Yuncos, en Toledo, donde está Kevin, y desplazar hasta allí también a dos agentes de la Policía de Madrid.

La investigación la encabeza la Policía Nacional, pero se acaba de crear una alianza por un bien superior: detener al sospechoso de asesinar a Borja Villacís. Durante la noche se sospecha que Kevin sigue en la tele el programa Código 10 que se emite en Cuatro por las noches. En ese espacio se publica una foto del sospechoso y se le identifica su nombre. Pocos minutos después, alguien sale del chalé que están vigilando y se mete en un coche.

Los agentes no han podido ver con claridad a esa persona y se dividen. Unos permanecen en la casa, otros siguen al vehículo. Aparca en un lugar al que es difícil acercarse sin ser detectados. Apaga las luces y nadie sale del interior. Por prudencia y hasta que salga el sol se decide no actuar.

Por la mañana, ante la peligrosidad de Kevin y sus compinches, se avisa a los GEO de la Policía Nacional. Un grupo se desplaza desde Guadalajara a toda velocidad hasta Yuncos. Llegan en torno a las 12.00 del mediodía. Sobre las 14.00 el coche se mueve hasta la zona del cementerio. Allí hay muchos chavales que acuden a fumar porros y beber. El conductor aparca el coche y alguien sale. Lo identifican sin género de dudas: se trata de Kevin. Se junta con otro individuo. Ya está hecho: orden de ir a por ellos.

Guardias y policías, policías y guardias saltan los dos individuos. Todos corren. Finalmente, agentes de los GEO derriban a Kevin y le detienen. También se caza a su amigo. Mientras, de la casa sale Ismael, de origen magrebí. También lo esposan. Este hombre junto a Kevin y María José (la madre de Kevin) iban en el coche BMW X2 de color gris que acudió a la reunión. Ismael también disparó e hirió al acompañante de Borja Villacís.

Kevin e Ismael son trasladados a Madrid, a la Jefatura Superior. Al tercero, que les ayudaba con labores de vigilancia, lo dejan en libertad. Los agentes de la Policía y de la Guardia Civil se abrazan y chocan las manos al terminar la operación. Entre todos han logrado cazar a los dos sospechosos de un crimen que ha conmocionado a la sociedad española en los últimos días.

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