Vox relanza su actividad política en los municipios ante el nuevo curso
Desde el partido aseguran que no van a utilizar los presupuestos municipales como medida de presión a su socio de gobierno
Han pasado casi dos meses desde la salida de Vox de los gobiernos autonómicos después de que el PP aceptara el reparto de menores extranjeros llegados a Canarias en sus regiones. El partido de Santiago Abascal encara ahora un nuevo curso, y esta semana ha celebrado en su sede nacional una reunión con los equipos de gobierno municipales. Una jornada que, como remarcan fuentes de la formación, estaba prevista desde antes de salir de los ejecutivos autonómicos con motivo de que se cumplía un año desde que empezaran a andar los nuevos ayuntamientos.
En las elecciones del 28 de mayo de 2023, el partido cosechó unos buenos resultados: a nivel municipal, pasaron de 500 concejales a casi 1700. Sus votos condicionaron los gobiernos de 175 municipios, de los cuales 42 tienen más de 30.000 habitantes, y entre ellos se encuentran varias capitales de provincia, como Valladolid, Toledo, Burgos o Ciudad Real, de cuyos gobiernos forman parte.
Ante el curso que se presenta, hay sobre la mesa una doble negociación: por un lado, los presupuestos, y por otro, de forma paralela, las líneas de negociación de los consejos de gobierno de los ayuntamientos. No obstante, desde Vox aseguran que no van a utilizar las cuentas públicas como medida de presión hacia su socio de gobierno (en la gran mayoría de los casos, el PP). Su estrategia, subrayan, no va dirigida a romper esos gobiernos, sino a «redirigirlos» para que de verdad sean útiles a los ciudadanos ante sus «problemas reales».
Hace un año no pudieron negociar esos presupuestos, pero en esta ocasión, entienden que sí pueden actuar para que beneficien a los habitantes de esos municipios y lograr que no solo se lleven a cabo políticas con unos «presupuestos heredados», sino que esto se refleje en partidas concretas de las nuevas cuentas.
Los ejes en los que Vox centra su acción política no son nuevos. En ellos ha articulado su actividad este primer año de mandato y en general son líneas fundamentales del programa del partido en todo el territorio nacional. Entre estos se encuentra la defensa de la familia, con ayudas escolares o becas comedor, y el apoyo a la natalidad y a la mujer embarazada. Por ejemplo, en 2022, desde la Concejalía de Infancia y Familia de Majadahonda, ostentada por la formación de Abascal, se impulsó la aprobación de 300.000 euros destinados a atender a mujeres embarazadas en riesgo de exclusión social, y es un proyecto que ha funcionado.
Otro punto clave es la seguridad en los barrios, y aquí entran cuestiones como combatir la inmigración ilegal y luchar contra la okupación. El pasado junio varios concejales del partido exponían las medidas que Vox estaba promoviendo en sus respectivos municipios para poner fin a los empadronamientos ilegales, desde inspecciones domiciliarias o una colaboración entre las autoridades a alertas para avisar cuando se ha alcanzado un determinado número de ellos o un aumento de efectivos de policía local.
En estas cuestiones y otras como el acceso a la vivienda son en las que cree Vox que debería invertirse, en vez de que se destinen partidas de las cuentas municipales a temas de «agenda ideológica» como los relacionados con la Agenda 2030, donde se enmarcan, por ejemplo, las Zonas de Bajas Emisiones. También sobre este punto explicaron hace unos meses sus propuestas y medidas impulsadas a su llegada a los gobiernos locales a este respecto, en un intento por reducir al máximo las restricciones de movilidad, así como las sanciones a consecuencias de estas.