Aldama, el conseguidor del caso Ábalos que amenaza con un efecto dominó en el PSOE

El pasado 10 de octubre el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz acordó el ingreso en prisión incondicional de los empresarios Víctor de Aldama y Claudio Rivas por su presunta implicación en una organización dedicada al fraude en el pago de impuestos de hidrocarburos. El juez atribuye a los investigados los delitos de pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales y contra la Hacienda pública y un fraude que ascendería hasta los 182.513.923,15 euros.

La entrada en prisión de Aldana hizo temblar a muchos en el PSOE. No en vano, es la clave de bóveda del caso Ábalos y son cada vez más quienes piensan que si habla puede hacer tambalear al Gobierno. En un demoledor informe, la Unidad Central Operativa (UCO) «se valió de su relación» con el exministro de Fomento, José Luis Ábalos, y con su exasesor Koldo García, para influir en la concesión final del rescate a Air Europa.

Aldama era el presidente del Zamora Club de Fútbol hasta que estalló a principios de este año el caso Ábalos-Koldo. La Fiscalía determinó en sus primeras pesquisas que a través de la principal empresa de la trama, Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas, Aldama obtuvo en comisiones un beneficio económico de 5,5 millones de euros.

Asimismo, el informe policial pone el foco en la relación de Aldama como «canal de transmisión» entre la dirigente chavista y exvicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, y el exministro Ábalos. Uno de los temas más llamativos que salió a relucir en la investigación policial fue la negociación con la vicepresidenta chavista de la compra de 104 barras de oro por un valor 62,7 millones de euros, que iría desde Moscú a Venezuela por Zambia. Caso Air Europa, comisiones, turbios manejos con el chavismo... La UCO pone de manifiesto que Aldama asumió hasta el pago el céntrico piso madrileño que, durante tres años, disfrutó Jessica, la acompañante del exministro de Transportes, José Luis Ábalos.

Aldama se encuentra en el foco de una compleja investigación transversal que afecta a varios Ministerios y altos cargos del Gobierno, y tanto en Moncloa como en el PSOE temen un efecto dominó. Por ello, han diseñado una estrategia tendente a blindar, en primera instancia, a Pedro Sánchez, cuyos ministros se han convertido en su principal guardia pretoriana. El pasado sábado por la noche, el diario El Mundo publicó una fotografía en la que Pedro Sánchez posaba con Aldama durante la presentación de la candidatura de Pepu Hernández como aspirante a las primarias socialistas para la Alcaldía de Madrid. Un acto que Aldama siguió desde la tercera fila del patio de butacas del Teatro la Latina de Madrid. Aquel día Sánchez se hizo numerosas fotos con muchos de los presentes. La imagen publicada tiene la peculiaridad de que fue tomada por el propio Koldo García en una zona sin público.

La imagen ha llevado al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, a pedir la dimisión del presidente, y ha llevado al PSOE a contraatacar con una campaña en redes de fotos de cargos y ciudadanos con famosos. Las redes también se llenaron ayer de numerosas fotos de usuarios en los que se puede ver a Sánchez no solo con Aldama, sino con otros personajes vinculados a casos de corrupción como Ábalos, Tito Berni o Koldo García.

El propio presidente Sánchez aseguró este domingo que jamás se ha reunido o ha conversado con el empresario Víctor de Aldama, y señala que la foto publicada en la que ambos aparecen juntos es una de las miles de las que se hace con personas que acuden a actos.

Sánchez negó cualquier vinculación con Aldama en una conversación informal con los periodistas que cubren su visita a la India, adonde llegará la noche de este domingo tras una escala técnica en Mascate, capital de Omán, del avión de la Fuerza Aérea en el que viaja encabezando una delegación de la que forman parte su esposa, Begoña Gómez, y los ministros de Transporte, Óscar Puente, e Industria, Jordi Hereu.

Feijóo tuvo una dura intervención contra Sánchez en un acto de Nuevas Generaciones, en donde aseguró: «Ya sabemos que el señor 1 no pasaba por allí y que el señor Aldama tenía acceso VIP al presidente del Gobierno». Feijóo aprovechó la ocasión para unir el caso Koldo con el caso Errejón y proclamar que «el Gobierno de España se divide hoy entre dos sectores: quienes son sospechosos de haber cometido delitos y quienes son sospechosos de estar encubriendo los delitos, y esto es insoportable».