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Juan Lobato y su acta notarial

Juan Lobato y parte de su acta notarialEl Debate

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Esta es el acta notarial con el que Lobato quiso protegerse de la filtración de Moncloa sobre el novio de Ayuso

El Debate accede al documento con el que el ex secretario general del PSOE madrileño hace constar que Presidencia del Gobierno le hizo llegar los datos personales de Alberto González Amador

El Debate ha accedido al acta notarial con la que el ex secretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, se quiso proteger de la filtración que, desde Moncloa, le hizo llegar los datos personales de Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso.

En dicho acta, levantado en una notaría del barrio madrileño de Chamartín, se expone que Lobato quiere «que quede constancia" del contenido de «una conversación mantenida, el día 14 de marzo de 2024, mediante la aplicación WhatsApp con doña Pilar Sánchez Acera». En esa conversación, la jefa de Gabinete de Óscar López le ofrece un correo electrónico con el que el abogado de Alberto González Amador buscaba un acuerdo con la Fiscalía tras reconocer dos delitos contra la Hacienda Pública. Un documento que le ofrece usar como munición política contra la presidenta Isabel Díaz Ayuso: «Es potente. Se puede sacar», le pone por escrito.

El día de la visita de Lobato al notario es el 6 de noviembre de 2024, es decir, casi ocho meses después de producirse dicha conversación con Sánchez Acera y una vez que el fiscal general del Estado ya ha sido imputado por un presunto delito de revelación de secretos.

De hecho, a finales de octubre, la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) ya había registrado el despacho de Álvaro García Ortiz por orden del Tribunal Supremo. Dichas diligencias se extendieron durante horas y en ellas la Guardia Civil clonó varios dispositivos informáticos y correos electrónicos del fiscal general.

En el acta notarial se recoge cómo el fedatario utiliza el teléfono personal de Juan Lobato (un iPhone 14), al que realiza una llamada para comprobar que, en efecto, es su terminal. Después verifica que entre sus contactos figura el número de Pilar Sánchez Acera y, a continuación examina la conversación mantenida entre ambos por WhatsApp. En ella se observa, tal y como publicó El Debate este viernes, cómo la jefa de Gabinete de Óscar López le ofrece ese correo electrónico en el que la defensa de Alberto González Amador busca «una conformidad penal» con la Fiscalía.

Por último, junto al acta notarial se adjuntan siete documentos que recogen la conversación conocida entre Juan Lobato y Pilar Sánchez Acera.

Después se aporta el correo electrónico de la defensa de Alberto González Amador y la noticia de El Plural que se hizo eco, 37 minutos después de llegar a manos de Lobato, de dicho mensaje del abogado a la Fiscalía.

Citado como testigo

La cronología de los hechos es conocida: el 14 de marzo de este año, la jefa de Gabinete de Óscar López –Pilar Sánchez Acera– hizo llegar a Lobato la carta con el que la defensa del novio de Ayuso buscaba con la Fiscalía alcanzar una «conformidad penal». En dicha misiva, el representante legal de Alberto González Amador reconocía «dos delitos contra la Hacienda Pública», un hecho que quiso ser utilizado como munición contra la presidenta madrileña ese día durante un Pleno de la Asamblea regional.

Sin embargo, el exlíder del PSOE-M preguntó a Sánchez Acera de dónde había salido la carta de la defensa legal de la pareja de Ayuso, a lo que esta replicó que «porque llega, lo tienen los medios». Finalmente, Lobato mostró la carta en el transcurso de una pregunta parlamentaria en el Parlamento autonómico, aunque después de que fuese publicada en diversos medios de comunicación.

Así las cosas, el pasado 16 de octubre el Tribunal Supremo decidió imputar al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por presuntamente haber revelado secretos del novio de Ayuso; mientras que el 30 de octubre la Guardia Civil –por orden del juez instructor– el despacho del máximo representante del Ministerio Público, del que se llevaron el contenido de sus dos números móviles, la tableta electrónica y varios ordenadores propiedad del titular del Ministerio Público. Tras ello, el 6 de noviembre, Lobato acudió a la notaría para registrar la conversación que había mantenido casi ocho meses antes con Sánchez Acera.

Por último, una vez se ha conocido el contenido de esos mensajes, el Tribunal Supremo citó a Lobato como testigo de la causa que investiga al fiscal general por revelación de secretos. Tras responder durante cerca de una hora y media, el juez le pidió su teléfono móvil para realizar un volcado y comprobar si había más mensajes con Pilar Sánchez Acera sobre este asunto aparte de los ya conocidos.

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