
Ejemplar de la Constitución de 1978, que consagra la presunción de inocencia
¿Por qué es tan importante la presunción de inocencia?
El principio que ahora quiere dinamitar la vicepresidenta Montero ya estaba vigente en el Derecho Romano
El principio de la presunción de inocencia, que la vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero quiere ahora dinamitar, es uno de los derechos humanos más importantes. Quiere decir que toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Este principio, que protege a los ciudadanos frente a los abusos, está consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en la Constitución Española de 1978, entre otros tratados y convenios.
El principio de la presunción de inocencia se remonta al Derecho Romano. Domicio Ulpiano, que era un sabio jurista que murió en el siglo III, sostenía que «nadie debe ser condenado por sospechas, porque es mejor que se deje impune el delito de un culpable que condenar a un inocente».
En la Edad Media este principio se fue debilitando y evolucionando hacia una presunción de culpabilidad. Aunque ya se recoge en el siglo XIII en el antiguo Derecho inglés, la presunción de inocencia se consagró por primera vez en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, en la Revolución Francesa.
Es un derecho imprescindible porque protege a los ciudadanos frente a los abusos de poder, ya sea del propio Estado o de otros ciudadanos o entidades. Previene detenciones arbitrarias y condenas injustas.En España, como en todo Estado de derecho, la presunción de inocencia solo se destruye cuando un tribunal independiente, imparcial y establecido por la ley declara la culpabilidad de una persona tras un proceso celebrado con todas las garantías.