El problema de consumir agua tras una DANA: «Al hervirla matas microorganismos, pero no otros electrolitos»

La catástrofe natural sin precedentes que azotó Valencia el pasado 29 de octubre sigue dejando daños incalculables en infraestructuras básicas que se encargan del suministro del agua en la zona. En estos momentos hay 122 depuradoras que no funcionan en 60 municipios afectados por la DANA y también hay problemas con el alcantarillado. Esta semana la polémica y el debate se ha centrado en si los vecinos de esas localidades podían beber agua del grifo hirviéndola antes, unos cinco u ocho minutos, como recomendaba el Ministerio de Transición Ecológica, liderado por Teresa Ribera, o si debían consumir solamente agua embotellada hasta que se terminara de estudiar la calidad del agua, como advertía el presidente de la Generalit Valenciana, Carlos Mazón.

La directora del instituto de Nutrición de la Universidad de Granada y catedrática en microbiología, Margarita Aguilera Gómez, ha explicado a El Debate que en este tipo de catástrofes lo primero que tenemos que hacer siempre es «seguir el criterio de los profesionales y de los científicos y poner en el centro al ciudadano. El agua es un bien básico y cuantos menos efectos colaterales haya por el mal uso de aguas contaminadas, mayor calidad de vida tendrá el ciudadano. La calidad del agua tiene que ser garantizada cada día y hay que que confiar en el criterio de los profesionales que están haciendo un seguimiento exhaustivo y diferencial, dependiendo de la afectación de cada pueblo».

Gómez ha señalado que "en algunas zonas afectadas por la DANA habrá que hervir el agua y en otras no. Hervirla supone mejorar la calidad microbiológica, eliminamos virus, bacterias y, dependiendo de los tiempos, podemos eliminar otros agentes patógenos. Sin embargo, el hervirla no le quita otras esporas que pueden permanecer o el enriquecimiento de electrolitos que pueden afectar en mayor medida a hipertensos o pacientes renales. Son las aguas duras, blandas e intermedias que pueden haberse visto afectadas por la DANA y los lodos».

A pesar de esto, como catedrática en microbiología, Margarita ha recalcado que «hay que facilitar el agua embotellada al ciudadano para el consumo del individuo y que el agua del grifo se utilice sólo para duchas, sanitarios y lavar los platos».

Los principales efectos primarios

La directora del instituto de Nutrición de la Universidad de Granada ha explicado que «lógicamente si estas aguas tienen algún algún resto microbiológico pueden provocar efectos primarios en las personas que las consuman, sobre todo, diarreas o afectaciones gastrointestinales, aunque a los pacientes multifactoriales o hipertensos, si estos valores están alterados, podrían afectarles de otro modo». Además de hervir el agua, «hay dispositivos para filtrar el agua y reducirían también el nivel de electrolitos y el impacto de patógenos o microorganismos, al mismo tiempo que bajarían los niveles de minerales y electrolitos» ha destacado.

Por último Margarita Aguilera Gómez ha pedido «que unamos criterios, ya que somos un país solidario, que se hagan uso de los recursos, que se gestionen, y que contemos con el criterio científico de los profesionales que es una garantía para restablecer la situación lo antes posible».