La lista de reproches de Andalucía a Albares por Gibraltar: competencia desleal, rellenos y acoso a pescadores

Las negociaciones sobre la relación de Gibraltar con España y el resto de los Veintisiete tras el Brexit han encallado a falta de menos de un mes para que entren en vigor los nuevos controles de acceso al espacio Schengen. Esta situación trae de cabeza a los alcaldes del Campo de Gibraltar, que ven ya «altamente improbable» alcanzar un acuerdo satisfactorio antes de la fecha límite, el próximo 10 de noviembre, en la que se vaticina un colapso en la Verja.

No en vano desde la Junta de Andalucía han reclamado un «plan B» que incluiría un «estatus fiscal especial» para el Campo de Gibraltar que permita a los municipios de la comarca gaditana poder competir con los tipos impositivos que se ofrecen al otro lado de la Verja, además de un «fondo especial económico», en caso de que Bruselas y Londres no lleguen finalmente a un acuerdo en relación con Gibraltar.

El Gobierno de España ha estado presente desde el principio en las negociaciones con el Reino Unido sobre la futura relación de Gibraltar con la Unión Europea. Los contactos comenzaron en octubre de 2021. Ya entonces, el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, dejó pasar la oportunidad de poner encima de la mesa el asunto de la soberanía de Gibraltar, el quid de la cuestión, a pesar de sostener que esta reivindicación histórica de España permanecía intacta.

En la Junta de Andalucía consideran «ingenua» la postura que ha demostrado Albares en las negociaciones con el Reino Unido. El consejero de la Presidencia, Antonio Sanz, criticó este martes el «enfoque» de la estrategia negociadora de España por estar «a la espera de Gibraltar», de lo que dice su ministro principal, Fabián Picardo, en lugar de estar pendiente de la respuesta del Reino Unido.

Sanz también recriminó a Albares su «falta de ambición» a la hora de defender al Campo de Gibraltar, ya que no puede valer «cualquier acuerdo». La lista de reproches de la Junta de Andalucía al ministro de Asuntos Exteriores es amplia, pero se centra en tres asuntos: la competencia desleal entre territorios a cuenta de la fiscalidad, los rellenos que acomete Gibraltar en aguas españolas y el acoso de las autoridades llanitas a los pescadores españoles que faenan en la bahía de Algeciras.

Una estrategia cuestionada

En cuanto a la competencia desleal entre territorios, el llamado Acuerdo de Nochevieja, marco de las negociaciones, establece que Gibraltar deberá aplicar «en lo sustancial» los mismos aranceles y política comercial que la Unión Europea, lo que incluye derechos aduaneros, el IVA, determinadas prohibiciones y restricciones por razones de seguridad, además de facilitar a los Veintisiete estadísticas fiables sobre sus importaciones de bienes. La Junta de Andalucía recrimina a Albares que «deje fuera el tema fiscal» en las negociaciones.

Por otro lado, el Gobierno andaluz reprocha al ministro de Asuntos Exteriores su actitud respecto a la política de rellenos de Gibraltar, que desde hace décadas no para de ganarle terreno al mar, una práctica que supone un constante agravio contra España, dueña de las aguas sobre las que se realizan esos rellenos. Cabe recordar que las aguas que pueden llamarse de Gibraltar se circunscriben a su puerto, según el Tratado de Utrecht (1713), papel mojado para las autoridades llanitas.