Tres médicos investigados por recetar grandes cantidades de psicotrópicos a un mismo paciente

La Guardia Civil ha investigado, en el marco de la operación ‘Benzo’, a tres médicos del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y a un cuarto individuo por un supuesto delito contra la salud pública en la localidad malagueña de Villanueva de la Concepción, donde, presuntamente, prescribieron grandes cantidades de los llamados medicamentos psicotrópicos a una misma persona.

La investigación, llevada a cabo por agentes de la Compañía de la Guardia Civil de Antequera con el apoyo de la Inspección Provincial de Servicios Sanitarios de la Junta de Andalucía, se inició tras la información facilitada por el Colegio de Farmacéuticos de Málaga a la Inspección Provincial de Servicios Sanitarios de la Junta de Andalucía, que puso en su conocimiento la detección de prescripciones de estos medicamentos «en cantidades muy superiores a las legalmente establecidas».

Tal y como señala la Guardia Civil en un comunicado, los agentes pudieron comprobar que un hombre, con numerosos antecedentes policiales y en tratamiento con metadona debido a su drogodependencia, acudía de forma reiterada al Centro de Salud de Villanueva de la Concepción para solicitar la prescripción de Alprazolam y Clonazepam, dos medicamentos psicotrópicos.

Este individuo solicitaba nuevas recetas en múltiples y sucesivas ocasiones alegando la pérdida de la medicación. Según afirma el Cuerpo, en un solo mes se le recetaron 66 envases, alcanzando la suma de 372 cajas entre enero y octubre de 2023.

El paciente, para evitar levantar sospechas, obtenía dichos medicamentos en diferentes farmacias de la provincia, llegando a adquirir hasta seis cajas en un único día. En alguna ocasión, la propia farmacia fue la que realizó una anulación cautelar de la receta por sospechar que estaba siendo utilizada ilícitamente, pero dicha anulación cautelar era levantada por el facultativo médico, motivo por el que los tres médicos que le prescribían los medicamentos han sido investigados.

En los últimos tiempos, estos compuestos psicotrópicos están en el punto de mira de médicos y farmacéuticos debido a que son habitualmente consumidos por toxicómanos y alcanzan un precio muy elevado en el mercado ilegal puesto que, además, son utilizados para la fabricación de un estupefaciente muy peligroso, el llamado karkubi. Esta droga, que puede generar alucinaciones y psicopatías con graves riesgos para la salud, es el resultado de la mezcla de dichos fármacos con hachís y alcohol o pegamento.