Ecografía de un bebé

En la nueva asociación ofrecen un seguimiento completo del embarazo de forma totalmente gratuita y altruistaFreepick

Entrevista ginecólogo e impulsor de Refugio Prenatal  Rodrigo Orozco: «Si no establecemos políticas en favor de la natalidad, España se va al traste tal y como la conocemos»

Refugio Prenatal nace con la intención de ofrecer una segunda oportunidad a todos aquellos embarazos con patologías o síndromes diagnosticados que las familias dudan si llevarlos o no a término

No es ningún secreto que, en nuestros días, la tasa de natalidad en España roza límites preocupantes. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) relativos a 2023, el número de nacimientos se redujo respecto al año anterior en un 2,6 %, con una media de 1,2 hijos por mujer. A esto hay que añadir el incremento en el número de abortos, concretamente fueron 103.097 los practicados en esa misma anualidad, lo que se traduce en una crecida del 4,8 % con relación al año anterior.

Ante este descorazonador panorama, Rodrigo Orozco, ginecólogo experto en medicina materno fetal y Jefe de Servicio del Hospital Quirón Málaga, decidió ponerse manos a la obra y aportar su granito de arena para conseguir frenar, en la medida de lo posible, esta dramática situación.

Bajo su amparo nace Refugio Prenatal, un proyecto muy ilusionante que, según lo previsto, verá la luz en los próximos meses y cuya labor se centra en aportar, de manera totalmente gratuita, una segunda opinión médica, así como un seguimiento de todo el proceso de embarazo y asistencia al parto, a todas aquellas mujeres embarazadas a las que se les haya diagnosticado una malformación fetal o un síndrome específico en el bebé que esperan y tengan dudas sobre continuar o no con el embarazo. De igual forma, se busca orientar a las familias acerca de las ayudas a las que pueden acceder, así como informarles respecto a lo que se puede esperar de ese embarazo y cómo serán las condiciones de vida de su bebé tras el parto.

¿De dónde surge la idea de este proyecto?

— La inventé yo, por así decirlo. Yo soy padre de tres niños, estoy felizmente casado, el trabajo me va espectacular como Jefe de Servicio de Quirón Málaga, soy también el presidente de todos los ginecólogos de Málaga provincia y de la Sociedad Científica y siempre he pensado que le debo mucho a la vida por todo lo que me ha dado.

Refugio Prenatal viene de eso, de tratar de devolver algo a la vida desde mi más profunda convicción no ya de luchar contra el aborto, sino de ayudar a aquellas familias que están buscando un hijo, que se quedan embarazadas y, con la llegada de complicaciones, la falta de tiempo, de un espacio digno y de información relevante, tanto de profesionales como de otros pacientes en su misma situación, hace que se decanten por la decisión fácil, rápida y no meditada de no seguir adelante con el embarazo y abandonar la lucha por esa vida.

La ley es la ley, nos guste o no, no podemos cambiarla. Pero la ley está precisamente también para establecer todas aquellas fortalezas y esfuerzos del sistema público y privado de salud para ayudar a esos niños exactamente igual que a los ya nacidos. Entonces, dar a conocer todas esas herramientas, hacer una evaluación tremendamente objetiva desde mis conocimientos como experto en medicina materno fetal y en el diagnóstico prenatal sobre qué le está pasando a ese bebé, el poder dedicarle todo el tiempo del mundo a una familia y el acompañarlos de una forma muy personalizada, totalmente gratuita y desinteresada y sin tener que pedir explicaciones ni que nadie pida nada a cambio, es lo que vamos a ofrecer a todos aquellos que lo necesiten y lo demanden.

— ¿Cuál es el significado detrás del nombre de ‘Refugio Prenatal’?

— Al principio barajamos muchos nombres para este proyecto, entre ellos ‘Segunda Oportunidad’, pero al final nos decidimos por ‘Refugio Prenatal’ porque es precisamente lo que queremos ser, un refugio, un sitio en el que, en mitad de la tempestad, te sientas seguro. El refugio lo puedes encontrar en la montaña, en mitad del océano o en los brazos de un ser querido en un momento de duelo, en una etapa complicada de tu vida. Eso es un verdadero refugio. Y la palabra ‘prenatal’ habla por sí sola. Al final, el no nacido no tiene tanta protección como el nacido. Por ello, lo que buscamos hacer es, siempre desde el máximo respeto y desde el conocimiento científico, ofrecer un sitio donde aquellas familias que así lo deseen puedan abrazar esa vida cuando las circunstancias no pueden ser más adversas que cuando hay una mala noticia.

Por otro lado, nuestra intención es no vincular el proyecto a ninguna creencia religiosa ni ninguna sigla política porque lo que realmente pensamos es que todas las vidas son valiosas. De igual forma, yo, que soy ginecólogo y me dedico sobre toda la medicina materno fetal, no me gusta hablar del aborto como una ‘política de la muerte’, es decir, negando frontalmente el aborto. Me gusta más hablar de ‘política de la vida’ y ver de qué manera podemos ayudar, desde la vida, a que esos bebés realmente vivan y salgan adelante.

Ha mencionado la ‘segunda opinión’, la ‘segunda oportunidad’. En este caso médico concreto de un embarazo con problemas, ¿cuán importante considera que es esa segunda opinión?

— Yo pienso que es muy importante, desde luego. A día de hoy, el diagnóstico prenatal en España y aquí en Málaga es de una calidad altísima, eso es cierto. Pero la forma de transmitir el mensaje, de ofrecer oportunidades y alternativas y tener conocimiento acerca de las mismas requiere de una investigación, de una formación que muchas veces los profesionales (y me incluyo entre ellos) no tenemos. Cuando, por ejemplo, tenemos que dar un diagnóstico de Síndrome de Down, que es el síndrome genético más frecuente en el ser humano, yo he escuchado a muchos colegas informar del resultado preguntando simplemente «¿qué quieres hacer?». Esta no es la forma adecuada de comunicarlo, desde luego. Hay una manera de informar exactamente igual de respetuosa para la decisión de cada pareja en la que se ofrecen alternativas, se invita a hablar con familias con niños con Síndrome de Down, con especialistas, cardiólogos, digestivos, internistas, adaptadores, terapeutas y asociaciones que te pueden ayudar con los recursos que puedas necesitar si realmente apuestas por este bebé.

Interés político nulo por la natalidad

¿A qué tipo de recursos pueden acceder estas familias en caso de querer continuar con el embarazo?

— De todo tipo. Hay asociaciones privadas más generalistas, en el buen sentido de la palabra, que se dedican a la defensa de la vida, como por ejemplo Red Madre, y hay también asociaciones específicas por patologías, por ejemplo, de padres y madres con Síndrome de Down o con acondroplasia, que es un tipo de enanismo relativamente frecuente. Hay muchísimas asociaciones, desde luego, pero también existen recursos públicos que los pone el Estado para ayudar a estas familias, pero son tremendamente desconocidos. De hecho, si nos fijamos, estos son de dominio público, se pueden buscar y encontrar. Lo que pasa es que muchas de esas convocatorias de fondos públicos quedan desatendidas porque no hay solicitudes, cuando sí que hay gente que puede acceder a ellas porque verdaderamente las necesita y en muchísimos casos, por desconocimiento, no se solicita.

¿Por qué cree que no se informa de esas convocatorias, de esas ayudas?

— Yo pienso que, desde una visión tremendamente simplista, es porque no interesa políticamente. La defensa de la vida, que creo que, en el fondo, es intrínseca a cualquier ser humano, no ofrece ningún tipo de rentabilidad política y por ello no se tiene en cuenta. Yo tengo mucha relación con muchos políticos de todos los signos y muchas veces se lo digo: «Estáis equivocados». En España, el principal problema es la natalidad. Es decir, la natalidad, el agua y luego pelearos por historias políticas, por la economía… pero el principal problema es la natalidad. Si no establecemos políticas en favor de la natalidad, de incentivar que las familias puedan tener una buena conciliación laboral, que puedan tener unos buenos recursos económicos, entre otras cosas, España se va al traste tal y como la conocemos.

¿En qué paso del proyecto se encuentran ahora mismo?

— Pues en una etapa muy avanzada, la verdad. El proyecto está totalmente descrito y está ya presentado a las diferentes asociaciones. Toda la labor de investigación que he comentado está hecha y ya hemos contactado con algunos compañeros de hospitales de Málaga provincia para darlo a conocer. Tenemos acuerdos con otros compañeros que se quieren incorporar, además de muchísimos ofrecimientos a nivel de personal administrativo, de enfermería, médicos para realizar esta segunda opinión… Estamos ahora mismo valorando diferentes espacios que nos pueden ceder tanto el obispado como el Ayuntamiento, además de entidades privadas con las que queremos colaborar. Estamos haciendo toda la descripción de las necesidades materiales que requerimos, sobre todo ecógrafos y equipos informáticos para el registro de pacientes. Yo pienso que para finales del primer trimestre de 2025 vamos a estar a pleno rendimiento.

¿Cree que Refugio Prenatal cruzará las fronteras de la provincia de Málaga?

— Ojalá y Dios quiera que sí. Lo hablaba con varias personas que han querido hacer aportaciones privadas y anónimas, totalmente desinteresadas, sobre todo para el material, y me decían: «Esto tiene que tener una repercusión brutal a nivel nacional». De momento, vamos a arrancar con nuestro granito de arena, vamos a ver que funcione, que marcha como tiene que marchar y, si funciona, pues bueno, a ver qué nos depara el camino, pero la intención es devolver a la vida un poco de todo lo que nos ha dado y si ayudamos a alguna familia y a salvar una vida, seremos tremendamente felices.

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