¿Sabías que los leones del Congreso de los Diputados son sevillanos?

Una parada obligatoria para muchos turistas que visitan Madrid, además de El Retiro y la Puerta de Alcalá, son los leones del Congreso de los Diputados. Muchos los habrán visitado en persona o visto por la televisión, y a pesar de que todos saben donde están, no conocen la historia de estas estatuas que flanquean la entrada del Congreso.

La historia de los leones

Los leones que llevan por nombre Daoiz y Velarde en honor a dos héroes de la Guerra de Independencia fueron un encargo de la Reina Isabel II para que custodiaran las puertas. Esta creía que la entrada de un edificio como el Congreso de Diputados tenía que ser imponente.

En el año 1850, en vez de los leones, se encontraban dos farolas, y a Isabel II le pareció que estas no dotaban de suficiente fuerza al edificio. Por ello, propuso que estas fueran sustituidas por dos leones, como símbolo de poder.

Esta misión fue encargada a Ponciano Ponzano, un artista de Zaragoza que se dispuso a crear a los leones en yeso recubiertos de pintura color bronce. Estos fueron puestos en la entrada del Congreso. Sin embargo, tuvieron que ser retirados, ya que al estar a la intemperie el yeso se deshizo.

Un segundo encargo fue hecho, esta vez, a José Bellver, un escultor nacido en Ávila. Los leones de estos fueron considerados muy pequeños y poco imponentes para el Congreso, por lo que también fueron retirados y llevados a los Jardines de Monforte en Valencia.

Por tercera vez se hizo el encargo, esta vez se le volvió a asignar la tarea a Ponzano. En esta ocasión, el escultor hizo los leones de otro material, de cañones fundidos del enemigo derrotado en la batalla de Wad-Ras durante la Guerra de África. Fueron estos los definitivos y los que se mantienen actualmente.

Muchos elogiaron el aspecto de los leones, al igual que el material del que estaba hecho. Sin embargo, otros se quejaron, particularmente algunos diputados, que no estaban de acuerdo de que estos estuvieran hechos de material de guerra. Se llegó a considerar incluso su destrucción.

Por último, Ponzano accedió a realizar los leones en contra de su juicio, ya que creía que esculpir animales daba mala suerte. Sin embargo, tomó el encargo por la grandeza e importancia de la obra. Ponzano murió cinco años más tarde de que los leones fueran instalados, por lo que se dice que fueron estos los que le quitaron la vida.

Leones Sevillanos

El detalle de por qué los leones son sevillanos tiene que ver con los cañones de la batalla. Estos, que fueron confiscados de los marroquíes, fueron fundidos en la Real Fábrica de Artillería de Sevilla en 1865.

Los moldes de los leones estuvieron en la Real Fábrica de Artillería hasta 2009, cuando fueron trasladados al edificio de Capitanía en la Plaza de España, donde permanecen hoy en día.