El legado de la Expo que revolucionó el urbanismo de Sevilla en el siglo XX

El 9 de mayo de 1929, día de la Ascensión, el rey Alfonso XIII inauguró la Exposición Iberoamericana de Sevilla, un evento que trajo consigo una gran revolución urbana que introdujo de lleno a la ciudad en el siglo XX. La capital hispalense llevó a cabo por fin su ensanche; se amplió el puerto, símbolo de la Sevilla del Siglo de Oro, y además se construyeron más de un centenar de edificios monumentales.

El legado de la Exposición Iberoamericana está muy presente en la Sevilla contemporánea, pese a que de los 117 edificios que se construyeron, apenas se conserven 25 (sin contar con los chalés y otras construcciones menores). Todos los pabellones iberoamericanos se situaron en el entorno del parque de María Luisa, en un amplio espacio delimitado por el propio parque, el Prado de San Sebastián, los Jardines de San Telmo y la Avenida de la Palmera.

Al norte del parque se construyó la Plaza de España, de estilo regionalista, aunque con influencias renacentistas, y al sur, sobre el antiguo Huerto de la Mariana, la Plaza de América. En este emplazamiento se establecieron tres pabellones españoles que serían permanentes: el Pabellón de Industrias y Artes Decorativas, el Pabellón de Bellas Artes y el Pabellón Real.

Desde 2001 todos los pabellones que se conservan son propiedad del Ayuntamiento, aunque su uso ha sido cedido a diversas entidades. En los Jardines del Palacio de San Telmo se ubicó el Pabellón de Sevilla, que tenía un auditorio, el Teatro Lope de Vega, y un salón anejo que fue conocido como el Casino de la Exposición.

Justo detrás del Lope de Vega se encuentran los pabellones de Chile, Uruguay y Perú. El primero de esta tríada alberga actualmente la Escuela Superior de Artes; el segundo es sede del Consejo de Alumnos de la Universidad de Sevilla, y el de Perú, la Casa de la Ciencia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

En pleno Paseo de las Delicias, durante la muestra llamado de las Naciones, se encuentran el pabellón de Estados Unidos, edificio de la Fundación Valentín de Madariaga; los de Guatemala y Argentina, que albergan el Conservatorio Profesional de Danza 'Antonio Ruiz Soler'; el de Colombia, donde está el consulado del país; justo enfrente, los de Brasil y México, dependencias de la Universidad de Sevilla, y tras el de Guatemala, el de Marruecos, sede del Servicio Municipal de Parques y Jardines.

Por otro lado, la Exposición del 29 supuso un tiempo de impulso y regeneración de las artesanías locales. Los pabellones y otros edificios vinculados a la muestra están decorados con azulejería, rejería y carpintería típicas de la ciudad, que se empezó a definir, además, como un destino turístico de importancia internacional, con la construcción de nuevos y modernos hoteles como el Alfonso XIII.

Plan del Centenario

Hace unos días se presentó el Plan Estratégico del Centenario de la Exposición Iberoamericana de 1929, una hoja de ruta que marcará el rumbo de la ciudad en los próximos años para conmemorar este evento histórico. «No es solo una conmemoración, sino una oportunidad excepcional para reivindicar y redescubrir el legado de la Exposición de 1929 y para fortalecer nuestra relación con la comunidad iberoamericana», afirmaba el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz.

Este plan incluye 31 áreas temáticas y casi 200 actos y comenzará a aplicarse desde ya hasta el 21 de junio de 2030, si bien los actos centrales se iniciarán el 9 de mayo de 2029. La Comisaría del Centenario pretende solicitar el establecimiento de la Casa de América, que actualmente tiene su sede en Madrid, y la celebración de los Grammy Latinos, que ya acogió Sevilla en 2023.

Además, se han establecido una serie de hitos dentro de la planificación de actos, como la rememoración de la ceremonia inaugural de la Exposición Iberoamericana, a la que asistió la familia real y el Gobierno de España; que haya días o semanas nacionales de los 19 países participantes, o el día de homenaje a los gremios artesanos del 29.