Cataluña Aragonès reconoce que pactó con el Gobierno central que no se aplicara el 25 % de español en las aulas
El Ejecutivo de Sánchez no recurrió la normativa aprobada por Govern y Parlament para esquivar la sentencia del Tribunal Superior de Justicia
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha reconocido en una entrevista en TV3 que llegó a un acuerdo con el Gobierno para que no se aplicara la sentencia del 25 % en el sistema educativo catalán. En concreto, que el Ejecutivo se comprometió a no recurrir ni el decreto del Govern ni la ley del Parlament que se aprobaron in extremis para esquivar la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
Aragonès ha explicado que éste fue uno de los acuerdos a los que se llegó en el marco de la llamada mesa de diálogo «para generar confianza entre las dos partes en negociación».
El presidente de la Generalitat, durante la entrevista, deja claro que «no nos impugnan la ley del catalán en la escuela, que era imprescindible. Porque claro, si empiezas una negociación y lo primero que hacen es impugnar la ley que defiende el modelo por una amplia mayoría del Parlament, ya podemos plegar». Precisamente las asociaciones que defienden el bilingüismo habían pedido al Gobierno central que impugnara la norma para que se aplicara el 25 % de castellano y no dejara. Ahora, recordemos, el Tribunal Constitucional se tiene que pronunciar sobre ambas normativas, después de que el TSJC planteara una cuestión de inconstitucionalidad «por infracción del artículo 3 de la Constitución», además de vulnerar el derecho fundamental a la educación y el Estatuto de Autonomía.
Negociación de los presupuestos
Sobre otra cuestión, sobre la negociación de los presupuestos de la Generalitat para el próximo año, Aragonès ha insistido en que su prioridad es pactarlos con aquellas formaciones con las que ha llegado a un acuerdo esta legislatura, ya sea de investidura (Junts y la CUP) o para las cuentas de este año, los comunes. Aun así, el presidente sigue poniendo el foco en sus ex socios, de los que espera que «no abandonen a la ciudadanía» aunque se hayan ido del Govern. Por eso espera que priorice «el país» a su «táctica de partido».
Aun así, el presidente catalán no cierra la puerta al PSC a quienes emplazan a ser «proactivos y claros» y llegar a acuerdos en otros ámbitos, como el «antirrepresivo». La idea de Aragonès es que no se tengan que prorrogar los presupuestos, una situación que considera «no es deseable», aunque también deja claro que en ningún caso peligrarían los fondos Next Generation.
Por otro lado, ha vuelto a reivindicar la legitimidad de las instituciones catalanas, y cree que cuestionarlo o negarlo es un error: «Evidentemente Junts no es Vox pero determinado lenguaje nos lo podemos ahorrar». Aragonès también ha asegurado que la presidenta suspendida del Parlament, Laura Borràs «debería haber cedido la presidencia de la Cámara desde hace mucho tiempo». Es la respuesta que dio al ser preguntado por si Borràs debería dimitir tras dejarla el TSJC a un paso del juicio oral por presuntamente fraccionar contratos para favorecer a un amigo cuando dirigía la Institució de les Lletres Catalanes (ILC).