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El expresidente de la Generalitat de Catalunya Carles Puigdemont interviene en un acto de bienvenida organizado por entidades independentistas en el paseo Lluís Companys, a 8 de agosto de 2024, en Barcelona, Catalunya (España). Dicha concentración ha sido convocada por entidades independentistas, con la asistencia de Junts, ERC, CUP, ANC, Òmnium Cultural, CDR y Associació de Municipis per la Independència (AMI). Puigdemont tiene previsto asistir a este acto de bienvenida para después participar en el pleno de investidura del líder del PSC, casi siete años después de instalarse en Bélgica por las consecuencias judiciales del 'procés', y con una orden de detención.

David Zorrakino / Europa Press
08/8/2024

El presidente de Junts, Carles Puigdemont, en una imagen de archivoEuropa Press

Análisis

La rebaja fiscal a las pymes pactada entre el PSOE y Junts allana el camino para tramitar los presupuestos

Junts ha esperado a que pasara su congreso para concretar acuerdos de gran enjundia con el PSOE

La relación entre Junts y el gobierno pasó su momento más bajo tras la reunión del 21 de septiembre en Ginebra. A posteriori se celebró otra el 14 de octubre, en la que podría haber participado el expresidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero junto a Santos Cerdán, que parece ser el punto de inflexión que ha permitido desencallar los acuerdos entre Carles Puigdemont y Pedro Sánchez.

Junts ha esperado a que pasara su congreso para concretar acuerdos de gran enjundia con el PSOE, que apuntan a que ambos habrían acordado dar luz verde al objetivo de déficit como paso previo a la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado.

El primero de los pactos fue la continuidad del impuesto a la banca. Esta medida junto a las introducidas por el gobierno, por la puerta de atrás, como el impuesto mínimo del 15% a las multinacionales o la equiparación del coste del diésel no profesional a la gasolina 95, permitiría al gobierno cumplir con Bruselas. Sánchez se comprometió ante la UE a una reducción del déficit como condición sine qua non para desbloquear la transferencia a España de 6.500 millones de euros correspondientes al quinto pago de fondos europeos.

El segundo gran acuerdo entre el gobierno y Junts es la rebaja del impuesto de sociedades a las empresas que facturan menos de diez millones de euros al año. Los de Puigdemont y los socialistas han pactado una reducción de seis puntos del impuesto de sociedades para los 50.000 primeros euros de beneficio para las empresas que facturan menos de un millón de euros al año.

La rebaja sería de un máximo de seis puntos para las empresas que facturan hasta un millón de euros y de cinco puntos para las que giran hasta 10 millones.

Entre 2025 y 2027

El acuerdo para las micropymes se aplicaría de forma progresiva entre 2025 y 2027, pasando el tipo del impuesto de sociedades del 23% actual al 17%. Para las cantidades superiores a 50.000 euros de beneficio, el tipo bajaría un punto el próximo año, dos en 2026 y tres en 2027. Las empresas entre uno y diez millones verán su impuesto de sociedades reducido del 25% actual al 20%, dicha reducción se aplicará a razón de un punto anual entre 2025 y 2029.

Desde Junts se insiste en que este trato forma parte de la tramitación de la Ley de tributación mínima global de las multinacionales y que nada tiene que ver con los PGE, pero la realidad es que esta medida tiene un impacto de 2.500 millones de euros. Junto al resto de reformadas apoyadas por Junts, en sentido contrario, de incremento de fiscalidad, no se pueden desligar de la tramitación de los presupuestos.

Los acuerdos entre el gobierno y Junts no terminan aquí. También se están negociando otras medidas vinculadas a la senda de gasto y al presupuesto como es el incremento de margen para endeudarse y de déficit para las comunidades autónomas.

Conversaciones con ERC

Desde el gobierno están hablando con ERC para que los de Rufián den luz verde a la senda de gasto a la espera de que la celebración del congreso de su partido a finales de noviembre permita negociar los presupuestos tanto del Estado como de la Generalitat.

El PSOE pretende convencer a los republicanos que permitir el inicio de tramitación no condiciona su apoyo final pero creen que los avances con Junts suponen superar un escollo que les acerca a su objetivo de contar con PGE para 2025 y con ello afianzar el objetivo de Sánchez de que el gobierno llegue a cualquier precio a 2027.

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