Gorka Elejabarrieta, Arnaldo Otei y Carles Puigdemont, en Waterloo

Gorka Elejabarrieta, Arnaldo Otei y Carles Puigdemont, en WaterlooJunts

Inquietud en el PSOE y enfado en ERC por la reunión entre Puigdemont y Otegi

Junts y Bildu tienen grandes diferencias en materias como economía, pero comparten el objetivo de desestabilización de España como vía para lograr la independencia de sus respectivos territorios

Arnaldo Otegi y Carles Puigdemont se han reunido en Waterloo. El encuentro entre dos de los socios preferentes de Sánchez es una novedad, dado que Bildu es aliado tradicional de ERC y, en cambio, Junts tiene al PNV como socio en el País Vasco. La relación entre Junts y el PNV solo pasó por malos momentos cuando Iñigo Urkullu no dio apoyo a la declaración unilateral de independencia de Puigdemont en octubre de 2017, pero luego ambas formaciones han reconstruido su relación.

La reunión ha pillado por sorpresa a ERC y entre medios independentistas se considera un paso más en la escalada entre ERC y Junts, que tuvo uno de sus momentos culminantes la semana pasada, cuando el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, tuiteó una rata en referencia al diputado de Junts en el Parlamento catalán, y hombre de confianza de Laura Borràs, Francesc de Dalmases.

Siguiendo la estética habitual de apariencia de reuniones institucionales, Otegi y Puigdemont se han fotografiado en la residencia donde el presidente de Junts permanece huido de la justicia en Waterloo, a las afueras de Bruselas (Bélgica).

Junts y Bildu tienen grandes diferencias en materias como economía, pero, en cambio, comparten el objetivo de desestabilización de España como vía para lograr la independencia de sus respectivos territorios.

Bildu es para el PSOE un aliado más fiable y estable que Junts

Junts ha emitido un comunicado en el que afirman que ambas fuerzas políticas «trabajarán para proteger los derechos de los catalanes y los vascos en un contexto internacional cambiante».

La reunión es valorada positivamente por algunas fuentes socialistas, dado que Bildu es para el PSOE un aliado más fiable y estable que Junts y, en consecuencia, esperan que Otegi haya intercedido ante Puigdemont para que baje el tono y nivel de sus exigencias.

Desde ERC, otro aliado fiel al sanchismo, la reunión no ha sentado bien, dado que lo consideran un intento más de Junts de arrinconarlos y restarles protagonismo e influencia. En la Moncloa las disputas entre ERC y Junts son un factor más de inquietud, dado que puede desestabilizar, aún más, si esto es posible, la frágil mayoría sanchista.

El comunicado de prensa de Junts habla de «un encuentro cordial y constructivo en el que se han puesto en común los retos a los que se enfrenta Euskal Herria y Catalunya». Algunas reticencias que habían aflorado desde el nacionalista vasco con la actitud en Bruselas del Gobierno de España defendiendo, de forma descaradamente preferente, la oficialidad del catalán por delante del vasco y el gallego no han sido abordadas en la reunión.

En ERC, la reunión no ha sentado bien: lo consideran un intento más de Junts de arrinconarlos y restarles protagonismo e influencia

Puigdemont y Otegi en su encuentro se han conjurado para «trabajar sin descanso para que los derechos políticos, culturales y lingüísticos de los vascos y los catalanes sean reconocidos y garantizados».

Bildu y Junts comparten una situación política parecida, dado que todas las cesiones que logran arrancar a Sánchez no son capitalizadas por ellos, puesto que ni abertzales ni separatistas catalanes están en sus respectivos gobiernos regionales. Pero la situación de Bildu es más sólida, en tanto que está en un período de crecimiento electoral y ostenta la alcaldía de Pamplona, gracias al PSN-PSOE, mientras Junts está electoramente estancado o a la baja y no tiene poder institucional alguno.

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