Bodega cooperativa de Sant Cugat del Vallès, diseñada por Martinell

Bodega cooperativa de Sant Cugat del Vallès, diseñada por MartinellWikimedia

Historias de Barcelona

El arquitecto discípulo de Gaudí al que robaron lo mejor de su biblioteca durante la guerra civil

César Martinell protagonizó un curioso episodio durante la contienda, cuando un «comité rojo» visitó su casa para nutrir las «bibliotecas de pueblo»

El arquitecto César Martinell está considerado como el puente entre dos escuelas: la modernista de Gaudí o Puig i Cadafalch y la novecentista que surgió tras la guerra civil, con nombres como Goday, Pericas o Sert, entre otros. En su época, fue un arquitecto de notable prestigio.

Estudió en la Escuela de Arquitectura, con profesores como Domènech i Montaner o Font i Carreres, y colaboró en la Sagrada Familia de la mano de Antonio Gaudí, a quien conoció en 1915. En sus obras, Martinell recuperó materiales tradicionales, de estilo gaudiniano, incorporando innovaciones técnicas para obtener una mejor calidad del producto.

A lo largo de su vida construyó unas 40 cooperativas vinícolas. Siete de ellas fueron declaradas en 2002 como bienes de interés nacional: las de Cornudella de Montsant, Falset, Nulles, Barbará de la Conca, Rocafort de Queralt, Gandesa y Pinell de Brai. Acabada la guerra civil se dedicó a restaurar iglesias, como la Seu d’Urgell, el monasterio de Poblet o la catedral vieja de Lérida, entre muchas otras.

A pesar de su reconocimiento como arquitecto, durante la guerra civil tuvo un grave problema con su biblioteca, tal y como declaró personalmente ante el juez de la Causa General, el 8 de diciembre de 1945. En los documentos de aquella sesión podemos leer:

«Que al estallar la revolución roja en esta ciudad [Barcelona], el declarante vivía en el mismo domicilio que en la actualidad, y por las persecuciones que sufrió desde el primer momento se vio obligado a esconderse en un lugar seguro, sufriendo su domicilio en su ausencia varios registros por parte de gente armada, sin que de momento le fuese robado nada de muebles ni objetos de valor.

Que posteriormente, o sea en el mes de enero de 1937, sufrió su citado domicilio [en la Avenida José Antonio, hoy conocida como Gran Vía de les Corts Catalanes] un nuevo registro por parte de elementos también revolucionarios, aunque no armados precisamente o de manera ostensible, pertenecientes según cree por referencias a algún comité rojo encargado de formar las llamadas «bibliotecas del pueblo», no llevándose nada en aquel momento, aunque mostraron vivo interés por una colección de libros que había logrado formar el declarante, por lo que la esposa del mismo [María Taxonera] recordando la amistad que tenía con Bosch Gimpera, a la sazón Rector de esta Universidad, fue a visitarle acto seguido en demanda de protección para la biblioteca del dicente, prometiéndole el citado Rector rojo que mandaría a por la biblioteca completa y se la conservaría en la Universidad, ocurriendo todo ello en la misma mañana, en que antes del mediodía y al regresar al domicilio la esposa del que habla ya se encontró nuevamente en él al grupo anterior, aunque esta vez auxiliados de un perito librero, o persona entendida en libros, que ya estaban cargando libros en un carro, llevándose buena parte de ellos, y mandado a la Universidad el resto de su citada biblioteca donde efectivamente pudo ser salvada, habiendo recuperado dicho resto casi íntegramente a la Liberación de esta ciudad, en que por cierto el que habla estuvo como funcionario del servicio de Recuperación a las órdenes del Sr. Muguruza y posteriormente a las del Sr. Monreal.

Que por lo tanto lo único que ha perdido el dicente en época roja han sido un lote de libros, cuya relación detallada y valorada con aproximación, promete presentar a la brevedad posible a esta Causa General.

Que ignora los nombres y demás circunstancias de las personas que cometieron tales hechos delictivos, así como del técnico librero que los acompañó en la expoliación, y por consejo del cual se llevaron las obras consideradas mejores»

Edificios en Barcelona

Por lo que se refiere a Barcelona, Martinell construyó la Casa Saleras de la calle París, la fábrica Pedemonte en la calle Castillejos, la Casa Sola en la calle Aragón o el Mercado Municipal de Sant Joan Despí. Martinell fue designado decano del Colegio de Arquitectos de Barcelona, y profesor y secretario de la Escuela de Artes y Oficios de Barcelona, siendo uno de los fundadores del Centre d'Estudis Gaudinistes, y del Institut d'Estudis Vallencs.

A lo largo de su vida, como arquitecto, construyó en Aiguafreda, Arenys de Mar, Arenys de Munt, Barcelona, Capellades, Falset, Igualada, Lérida, Montblanc o Sant Cugat, entre otros sitios. Fue arquitecto de Valls y, a partir de 1919 montó su propio despacho en Barcelona. Miembro del Institut Agrícola Català de Sant Isidre (IACSI) y de la Liga Regionalista. Durante la II República se alejó de ambas y se adhirió a la CEDA de Gil Robles.

Finalizada la guerra civil diseñó un monumento a los caídos en Arenys de Mar. También volvió a formar parte del IACSI, cuando este se integró a la Confederación Nacional Católico Agraria. César Martinell fue un estudioso del arte y de la arquitectura, así como uno de los biógrafos más acreditados de Antoni Gaudí. Murió en Barcelona el 19 de noviembre de 1973, siendo enterrado en el cementerio de Sant Gervasi.

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