Hotel Tahití Playa (Barcelona)

Hotel Tahití Playa (Barcelona)Flickr

Economía-Turismo

Las camas de hotel de cinco estrellas y de gran lujo aumentan más de un 50% en la última década en Barcelona

Los inversores se fijan en el alta gama mientras algunos expertos alertan de los impactos de «la elitización» del turismo

Las plazas de hotel de cinco estrellas y de gran lujo han aumentado más de un 50% en la última década en Barcelona, según datos del Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat). Mientras que en 2012 había más de 8.600 camas, en 2022 se ensartaban hasta superar los 13.200. Y la cifra ha continuado subiendo, según el Gremio de Hoteles de Barcelona, que hace una valoración «extraordinaria» de la evolución. Además, los hoteles de alta gama han despertado el interés de los inversores y cada vez son más los que se fijan en el mercado hotelero de lujo en la hora de abocar su dinero. En pleno debate sobre la masificación turística también hay expertos que alertan de los impactos de «la elitización» y apuntan que puede hacer «todavía más vulnerable» la capital catalana.

El aumento de las camas de alta gama es mucho más acentuado respecto de los de menos rango. Las plazas hoteleras de cuatro estrellas, por ejemplo, han crecido un 18% en el mismo periodo (han pasado de 26.420 el 2012 hasta 31.286 el 2022). En conjunto, el número total de plazas de hotel ha subido un 26% en la última década en la capital catalana.

Casi dos de cada diez plazas son de hoteles de cinco estrellas o lujo

La ciudad de Barcelona dispone de 445 hoteles que suponen 78.083 plazas, según los datos más recientes del consorcio Turismo de Barcelona correspondientes al pasado mas de julio. Hasta 6.717 camas son de gran lujo (8,6%) y 6.579 de cinco estrellas (8,4%). En conjunto, las plazas de alta gama representan un 17% del total, es decir, casi dos de cada manantial. A pesar de que se trata de una minoría, resalta que el total de plazas orientadas a visitantes de alto poder adquisitivo ha crecido con fuerza en los últimos años, más del que lo han hecho el resto.

Los datos de Turismo de Barcelona están más actualizados que los de la Idescat, pero hay que decir que a la hora de hacer comparativas de años anteriores, ambos coinciden a ofrecer cifras muy parecidas. Según el Instituto de Estadística de la Generalitat, en 2012 había 335 hoteles que suponían 59.831 plazas en la capital catalana, de las cuales 5.699 eran de gran lujo y 2.950 de cinco estrellas (14,5% en conjunto).

La evolución como síntoma de la «mejora» de los visitantes

El Gremio de Hoteles de Barcelona celebra la evolución de las cifras. «La valoración es extraordinaria y muy positiva. Esto va en paralelo al que estamos pregonando y a nuestro proyecto de futuro, que es el grado de mejora del tipo de visitante que tenemos», apunta su presidente, Jordi Clos, en declaraciones a la ACN. «Es un exponente clarísimo que estamos yendo por el camino que queremos ir», agrega.

Varios expertos aseguran que la tendencia a que aumente el número de habitaciones de lujo es «bastante generalizada» en las grandes ciudades del arco mediterráneo, pero añaden que, aun así, Barcelona tiene un «buen margen» para crecer porque todavía se encuentra «lejos» del porcentaje de plazas de alta gama que tienen capitales europeas como París, Londres o Roma.

En esta línea, el profesor de marketing internacional de la escuela de negocios EAE, Francesc Rufas, apunta que la ocupación de los hoteles de alta gama supera la del resto de establecimientos y se sitúa de media en el 80%. Además, resalta que hace veinte años en Barcelona tan solo había un hotel de gran lujo, mientras que ahora ya hay más de una veintena.

Por su parte, Pablo Díaz, profesor de la UOC experto en turismo, señala que acontecimientos como la Copa América de Vela o lo Mobile World Congress están contribuyendo a la tendencia al alza e indica que este tipo de plazas tienen un carácter «menos estacional» que el resto.

En este contexto y en pleno debate sobre la masificación turística, la inversión en hoteles de lujo está cogiendo volada en la capital catalana. El estudio más reciente de la consultora inmobiliaria CBRE apunta que durante el primer semestre del año se ensartó hasta los casi 100 millones de euros, el 36% de la inversión total, por encima de la media del conjunto del Estado (30%).

Entre las operaciones, la consultora destaca la compra por parte de Atom de los hoteles de gran lujo Miramar (75 habitaciones) y La Florida (70 habitaciones). También resalta la venta de Ocean Drive Barcelona (98 habitaciones).

Hay que recordar que en Barcelona la oferta hotelera está regulada y limitada. Los dos expertos consultados por la ACN aseguran que esto es el que ha provocado un interés creciente por parte de los inversores, que se fijan en hoteles de menor rango con el objetivo de hacerlos subir de categoría y, a la vez, poder incrementar los precios. Según CBRE, entre enero y junio en la capital catalana se registraron doce operaciones de compraventa de hoteles, que afectaban a más de 1.100 habitaciones.

Ahora bien, también hay voces que cuestionan esta «elitización» del turismo y señalan los «múltiples» impactos negativos que tiene. «Es cierto que este tipo de visitantes gasten más, pero esto no se traduce en una redistribución de los beneficios», apunta la investigadora del colectivo Alba Sur Carla Izcara. «Los trabajadores de los hoteles no cobran más para que sus huéspedes paguen más», ejemplifica. Alba Sur es un centro de investigación que estudia el turismo desde una perspectiva crítica.

La investigadora remarca que este tipo de turismo hace un uso «mucho más alto» de los recursos naturales como el agua. «Los hoteles de alta gama tienen piscinas, jacuzzis y bañeras y también lavan mucho más. O en el caso del combustible, son gente que a menudo va con jets privados o que se traslada con clase business, que genera más contaminación», señala. Un cliente de un hotel de gran lujo o 5 estrellas consume 242 litros de agua en el día, según un estudio del Gremio de Hoteles de Barcelona publicado en febrero. La cifra contrasta con los 172 litros por persona y día que consumieron los barceloneses de media el 2023, según datos del Ayuntamiento.

«No hay ricos para todo el mundo», apunta Izcara. «Estamos compitiendo en una liga donde hay muchas ciudades europeas y del resto del mundo compitiendo y no hay mercado para todo el mundo», añade. En este sentido, alerta que depender del turismo de élite puede provocar que Barcelona sea «todavía más vulnerable dentro del sector turístico».

La investigadora cuestiona que se considere un éxito que los visitantes que llegan sean de más poder adquisitivo y defiende que el que hace falta es «replantear» el modelo. «Lo vimos con el covid y parece que se ha olvidado, pero depender del turismo nos hace mucho más vulnerables», recuerda. «El primer paso tiene que ser la diversificación económica y un decrecimiento turístico que se haga de manera justa. No se puede hacer bruscamente y que sean los trabajadores del sector turístico, que son gente muy precaria, quién lo acabe pagando», sentencia.

Según los datos más recientes del Observatorio del Turismo de Barcelona publicados el pasado mas de junio, el 2022 el sector turístico dio trabajo en 298.398 personas a toda la demarcación, un 11,3% del total. De estas, casi la mitad tenían un salario inferior a los 1.000 mensuales brutos, una proporción superior a la del resto de actividades, donde la ratio era una de cada cuatro personas. Por género, resalta que un 40% de las trabajadoras eran mujeres y de media recibían sueldos un 25% inferiores a los de los hombres (21.560 euros vs. 28.807 euros).

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