Ciudad
De los besos, de la duda o de las moscas: el origen del nombre de las calles más originales de Barcelona
Un recorrido por algunos de los odónimos más curiosos del callejero de la Ciudad Condal
Barcelona tiene 4.027 calles, con diferentes y variados nombres en su nomenclátor. La mayoría de ellas son reflejo del momento histórico vivido, y llevan nombres de personajes históricos, de grandes acontecimientos o de otras ciudades y villas… pero hay una serie de calles con nombres muy originales. A continuación, veremos algunas de ellas:
Carrer dels Petons / Calle de los Besos
Es una calle estrecha, cercana a la iglesia de Santa María del Mar y el Paseo del Borne. Por esta calle eran conducidos los reos condenados a muerte, que eran ajusticiados en la Ciudadela. El nombre de la calle se debe a que allí estos se despedían de sus familiares dándoles un beso. Sería el equivalente al Puente de los Suspiros veneciano.
Carrer Ja hi som / Calle Ya estamos
Es una calle que va a parar a la Plaza de Vallvidrera, en la montaña del Tibidabo. Una calle muy empinada, que empezó a conocerse así, porque las personas que por ella subían, al llegar a la plaza exclamaban: «¡Ya estamos!».
Plaça del Dubte / Plaza de la Duda
En el Raval, muy cerca del mercado de San Antonio, en la calle Riera Alta, existe este pequeño espacio público que se conoce así. Se encontró una placa que ponía «Calle de la Duda». Este callejón era el más pequeño de Barcelona, con tan solo 12 metros. Parece ser que se remonta a una antigua disputa entre tres campesinos. Cada uno afirmaba que el agua de la fuente procedía de sus tierras. Este extremo nunca se pudo saber con seguridad y quedó en la duda, de modo que primero la fuente y más tarde la calle fueron bautizadas así.
Carrer del Malcuinat / Calle del Malcocinado
Es una pequeña calle que va desde el Fossar de les Moreras hasta el Pla de Palau, cerca de Santa María del mar. El nombre no se debe a algo mal hecho. En la Edad Media existía un plato, llamado malcuinat, hecho con cabeza y pata de cordero. Un estofado de cuchara. Lo comían las personas con poco dinero, pues era muy barato de elaborar. El hecho significativo es que solo en esta calle, los bares y hostales cocinaban este plato.
Carrer del Perill / Calle del Peligro
En el barrio de Gràcia, transcurre de la calle Torrent de l’Olla a Milà i Fontanals. Originalmente se llamaba calle del Peregrí, por el fabricante textil Peregrino Viladiu. Cambió de nombre como consecuencia de la poca iluminación y baches que tenía el suelo. Esto suponía que fuera peligroso caminar por ella.
Carrer de l'Oblit / Calle del Olvido
Situada en el Guinardó. Cuando se urbanizó el Mas Guinardó, el arquitecto al hacer los planos, se olvidó de poner nombre a una de las calles. Esta estaba en un margen del perímetro y se le pasó. En el momento de urbanizarse y revisar lo construido, se dieron cuenta. Por eso decidieron ponerle olvido, porque eso había pasado con aquella calle.
Carrer de les Mosques / Calle de las Moscas
Cercana al Borne y Santa María del Mar. Se le llama así porque en ella se acumulaban los productos que no se vendían en el mercado. El calor y los olores hacían que la calle tuviera muchos de estos insectos. Además es una de las calles más estrechas de Barcelona que, en la edad Media, albergó una empresa que acuñaba monedas.
Carrer del Tantarantana
Cercana a la Ciudadela, transcurre desde la Plaza Sant Agusti Vella a la calle Princesa. Se conoce con este nombre desde el 1716. Allí era donde vivía el pregonero de la ciudad que anunciaba con un redoble de tambor o un toque de trompeta las noticias oficiales. Esto hizo que el resto de ciudadanos conocieran a este personaje por el mote del Tantarantana. De ahí el nombre.
Carrer de les Tres Senyores / Calle de las Tres Señoras
En el barrio de Gràcia, es una travesía de la calle Torrrent de les Flors. En 1862 Manuel Torrente de Flores, Ramon Rabassa Pla y Miquel Masens Soler compraron una parcela para llevar a cabo una urbanización de la zona. Esta corrió a cargo del arquitecto Antoni Rovira i Trías. La urbanización tendría cuatro calles. Los compradores se repartieron sus nombres. El cuarto, que se conoce como calle de las Tres Señoras, se llama así en homenaje a Merce Frigola Poch, Teresa Rabassa Puig y Teresa Batet, esposas de Torrente Rabassa y Masens.
En Gràcia también encontramos las calles Santa Ágata, Santa Magdalena y Santa Rosa. Nombres de santas, pero en realidad se pusieron por Ágata Badia, Magdalena Escarabatxeras y Rosa Puigrodón, viuda, madre y suegra del propietario de la antigua masía de Can Trilla, Antonio Trilla.
Carrer Anisadeta
Está cerca de Santa María del Mar. Es una callejón de cuatro metros, que debe su nombre a una taberna que allí había llamada la Nisadeta, que se caracterizaba por servir anís a los pescadores.
Calle Tigre, León y Paloma
En la zona del Mercado de Sant Antonio, parece ser que tomaron este nombre de los perros del propietario de esos campos, que fueron urbanizados a finales del siglo XIX.
Plaza del Tripi
En el barrio del Raval. Aunque puede llevar a alguna duda, la realidad es que se trata de un apodo. En realidad se llama Plaza George Orwell. El apodo se debe a una estatua surrealista, de Leandre Cristòfol, porque no se sabe realmente lo que es. También parece que el escultor se hubiera tomado alguna cosa en el momento de crearla.
Carrer Degollada
En el barrio de Pueblo Nuevo. El nombre es por Rafael Degollada i Guitart (Puigcerdà, Cerdanya 1799 - Barcelona 1876). Abogado y político liberal, impulsó, con Francesc Castanys, el desarrollo de Poblenou. Presidente de la Junta Central -o Junta Suprema- de Barcelona en 1843, se enfrentó con el gobierno del general Espartero. Derrotado, tuvo que exiliarse. Propietario de cuatro mojadas y tres casas en este sitio.