
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el Congreso de los Diputados
Los cálculos de Sánchez y la batalla con Mazón abocan a un Consejo de Política Fiscal frustrante para Valencia
Consejeros de Hacienda y Montero se ven las caras en una cita marcada por el último pacto con Esquerra y la confirmación de la ministra como secretaria general del PSOE en Andalucía
El pasado mes de diciembre se celebró en Santander, después de tres años sin haber tenido lugar, la Conferencia de Presidentes. Además de la importancia política e institucional que este tipo de eventos tiene en sí, la última edición tuvo una especial significación, no solo por ser la primera con una abrumadora de mandatarios regionales del Partido Popular, sino porque fue menos de dos meses después de la dana.
Por ese motivo, al presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, se le vio notablemente enojado con el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y con el desarrollo de la cita, ya que, según explicó en la rueda de prensa posterior, estuvo carente de contenido práctico alguno.
Con ese precedente como referencia temporal más próxima, los ánimos en la Administración autonómica no están ni mucho menos disparados con vistas al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), que se ha convocado para este mismo miércoles. El contexto que lo envuelve tampoco ha ayudado a que los responsables de las diversas consejerías de Hacienda acudan con un mínimo de entusiasmo.
Pacto con Esquerra
Y es que la reunión se da dos días después del pacto entre el Gobierno central y Esquerra Republicana de Cataluña para la condonación de 17.000 millones de euros de la deuda que Cataluña tiene acumulada. Para intentar calmar las aguas, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha ofrecido al resto de territorios que también se acojan, aunque en cifras sensiblemente menores, a esta medida de gracia.
Carlos Mazón y Ruth Merino, en un Pleno extraordinario del Consell
Sin embargo, no ha encontrado el respaldo de las comunidades. En el caso valenciano, tanto Mazón como la titular de Hacienda, Ruth Merino, se han opuesto a los planes de la socialista. De este modo, el jefe del Consell ha calificado la propuesta como una «trampa», ya que, en su opinión, «ni es una quita, ni una reestructuración». Igualmente, ha denunciado que al CPFF no se vaya a ir con una propuesta para cambiar el sistema de financiación autonómica. Por tanto, no cree que se vaya a acabar «con la discriminación absoluta» de la región al tener que seguir soportando un modelo «caducado» y que perjudica «a más no poder».
Montero y su candidatura en Andalucía
Por su parte, Merino lamenta que la convocatoria no lleve en el orden del día, además de la financiación, el fondo de nivelación que todos los partidos salvo el PSPV-PSOE y organizaciones empresariales vienen reclamando a Sánchez desde hace años. Según la consejera, «ni un solo euro de esa condonación podría ser destinado a gastar más en sanidad o educación ni tampoco afecta para nada a la reconstrucción tras la riada», a la par que critica que la propuesta llegue «negociada solo con los independentistas catalanes» y recuerda que la deuda asociada a la infrafinanciación de la Generalitat «no es por gastar más».
Montero no solo es protagonista por las conversaciones con los separatistas escasas horas antes del Consejo, sino también por su recién estrenado cargo de secretaria general del PSOE en Andalucía y futura candidata a la Junta con su actual presidente, Juanma Moreno Bonilla, como el rival a batir. Esa dualidad que su jefe de filas ya ha puesto en práctica con otros ministros como Salvador Illa, Diana Morant o Pilar Alegría hace sospechar a algunos políticos y analistas de que puede tratarse de un cálculo político de cara a las elecciones andaluzas de 2026.
Por último, y aunque no se verán las caras Sánchez y Mazón en el CPFF, resulta difícil pensar que la tensión vivida entre ambos presidentes y sus respectivas administraciones a raíz de la gestión de la dana se quede en la puerta de entrada y los reproches mutuos durante estos casi cuatro meses no se vayan a repetir en forma de reivindicaciones económicas y de una mayor cantidad y mejores recursos para la Comunidad Valenciana.