Pescadores valencianos, en una imagen de archivo

Pescadores valencianos, en una imagen de archivoEuropa Press

Los pescadores valencianos, «al límite» por la amenaza de los aranceles de Trump y las políticas europeas

Las cofradías de la región no saben si sobrevivirán un año más debido a las fuertes medidas de Bruselas sumadas a la amenaza de las negociaciones con Estados Unidos y el tratado de Mercosur

El sector pesquero valenciano atraviesa una situación crítica. Las medidas impuestas por la Unión Europea y la reducción de días de trabajo en casi un 40 % amenaza con su «estabilidad», a lo que se suman los futuros aranceles del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que afectarán a todo el sector primario y entrarán en vigor el próximo 2 de abril, aunque todavía son inciertos.

Los pescadores valencianos alertan de que «las cofradías están todas al límite» y que, «si no se soluciona y las cosas cambian para el año que viene, veremos cómo pueden aguantar». Así se ha pronunciado Mateo Fresquet, el patrón mayor de la Cofradía San Pedro de Vinaroz, una de las principales de la provincia de Castellón y de la Comunidad Valenciana.

Imagen pesca Comunidad Valenciana

Imagen pesca Comunidad ValencianaCofradía de pescadores de Calpe, Alicante

Y es que esta reducción de los días de pesca permitidos afecta a los pescadores de arrastre, quienes se ven obligados a reducir su actividad a tan solo 27 días al año si no cumplen los requisitos impuestos, lo que «pone en riesgo la estabilidad» de más de 4.000 puestos de trabajo directos e indirectos en la región, según los datos de la Consejería de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca.

Fresquet carga principalmente contra las medidas impuestas desde la UE y el Gobierno central: «Las políticas de estos últimos cinco años han sido nefastas. Al principio sobrevives con 180 días, pero van rebajando y rebajando. Lo que no entendemos es que te obligan a parar, te quitan el derecho a trabajar y esos días los tienes que pagar de tu bolsillo».

Los pescadores valencianos se ven desamparados ante las medidas europeas y la poca acción del Ejecutivo de Sánchez. Según explica Fresquet, el Gobierno valenciano también aporta ayuda y otorga una subvención anual a las cofradías para paliar las pérdidas, pero ya no es suficiente: «La Generalitat te da una ayuda, pero claro, los gastos se han multiplicado por dos, la luz está más cara, el coste de mantenimiento, la seguridad social…»

Mateo Fresquet, patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Vinaroz

Mateo Fresquet, patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de VinarozOceanográfico de Valencia

A toda la problemática que atraviesa el sector pesquero, tanto de arrastre como artesanal, en la que las cofradías están al límite, hay que sumarle los futuros aranceles de Trump, que tienen en el ojo del huracán a todo el sector primario. Esta medida, que entrará en vigor el 2 de abril y de la que todavía no se sabe hasta qué punto afectará a la pesca en concreto ni a la Comunidad Valenciana, también mantiene en vilo a los pescadores.

«Es otra carga más. Que nos pongan más carga, que el burro cuando no pueda más se quedará tirado», bromea el patrón de la cofradía de Vinaroz, quien también menciona el tratado de Mercosur como otro impedimento que afecta al sector pesquero.

«Medidas con extrema firmeza»

Desde el Gobierno central también se han pronunciado sobre la situación que vive tanto la pesca como el resto del sector primario ante la amenaza de la llegada de las tasas de exportación de EE.UU. «Si se conforman los aranceles a productos agroalimentarios europeos por parte de la Administración de Donald Trump hay que adoptar medidas inmediatamente con extrema firmeza», ha señalado el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en el Senado

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en el SenadoEuropa Press

«Hay quien habla de recaudación, de creación de mercados nacionales diferentes de las importaciones o simplemente de medidas de coacción. Desde luego, crear mercados alternativos en materia agroalimentaria es prácticamente imposible», ha indicado Planas, poniendo como ejemplo la situación que vive Estados Unidos con el mercado de los huevos, que por la gripe aviar, se han encarecido.

En este contexto, Planas ha recordado que los aranceles acaban «perjudicando» también al que los impone, desde el punto de vista del coste, de los precios, y ha subrayado que es un «elemento de inseguridad absoluto desde el punto de vista económico».

El ministro ha señalado que la Unión Europea, que es quién tiene en exclusiva la competencia en el comercio de bienes, está manteniendo contactos «discretos» con los Estados miembros y con la propia Comisión Europea. Planas ha abogado por diversificar y abrir nuevos mercados. «Tenemos que tener previsto y diversificar estas medidas, pero más allá de ellas, el mejor arancel es el que no existe», ha recalcado.

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