La secretaria general del PSPV y ministra de Ciencia, Diana Morant

La secretaria general del PSPV y ministra de Ciencia, Diana MorantEuropa Press

La resistencia de Mazón en el cargo tensiona las relaciones entre PSOE y Compromís

Mientras la oposición discute su estrategia, el presidente valenciano ha logrado blindar su posición gracias a un acuerdo con Vox para aprobar los presupuestos autonómicos de 2025

La permanencia de Carlos Mazón al frente de la Generalitat Valenciana ha generado una fractura en la oposición, especialmente entre el PSOE y Compromís. Ambos partidos han oscilado entre distintas estrategias para hacer frente al presidente autonómico, alternando amenazas de mociones de censura, peticiones de elecciones anticipadas y críticas a su relación con Vox, lo que ha provocado un continuo vaivén político.

Hace unos días, la secretaria general del PSPV-PSOE y ministra de Ciencia, Diana Morant, amenazó con presentar una moción de censura contra Mazón si el PP de Alberto Núñez Feijóo no tomaba medidas «en las próximas horas». Sin embargo, el plazo se prolongó durante casi dos semanas y la moción de censura se transformó en una petición de elecciones anticipadas. «La dimisión del presidente de la Generalitat ya no es una solución. Tampoco una moción de censura para la que no hay apoyos suficientes», justificó Morant. «Queremos urnas, no relatos», sentenció, señalando que la situación en la Comunidad Valenciana es «inaceptable, intolerable e insostenible».

Compromís, en cambio, ha insistido en que la vía adecuada era la presentación de una moción de censura. La portavoz de la formación en el Congreso, Àgueda Micó, ha instado al PSOE a reconsiderar su postura y a actuar ante el «asco» y la «indignación» que suscita el reciente acuerdo de Mazón con Vox. «Mazón se irá más pronto que tarde porque la sociedad valenciana e incluso el PP no lo quieren», ha asegurado Micó este martes, argumentando que el presidente autonómico está «preparando su defensa judicial ante su posible imputación» por su gestión durante la dana.

El diputado de Compromís en las Cortes Valencianas, Joan Baldoví

El diputado de Compromís en las Cortes Valencianas, Joan BaldovíEuropa Press

Este desacuerdo entre las dos fuerzas de la oposición ha debilitado su capacidad de presión sobre Mazón, al tiempo que saben que una moción de censura sería un espectáculo mediático condenado al fracaso. Los nacionalistas han defendido desde el primer momento esta opción, pensando en conseguir rédito electoral provocando una mayor tensión social.

Los bandazos de Morant

Por contra, los bandazos de Morant han sido más que evidentes; en un primer momento tendió la mano a Mazón asegurando el apoyo socialista a los presupuestos del Gobierno valenciano «por responsabilidad». Esto fue visto por los 'populares' como una moneda de cambio para que ellos hicieran lo propio con las cuentas del Estado, que nacían muertas por la falta de sostén parlamentario del Gobierno de España. Tras el chasco de esta posición, la que fuera alcaldesa de Gandía pasó a la ofensiva, pagando campañas en redes sociales para debilitar la imagen personal del jefe del Consell, alineándose así con el tacticismo de Compromís tras la tragedia que se cobró 227 vidas.

Desde entonces los tumbos han sido continuos entre amagos de mociones de censura -que por su minoría solo podrían fortalecer a un debilitado Mazón-, estrategias para tambalear las relaciones entre PP y Vox y amenazas infructuosas tras las que se ha visto condenada a implorar elecciones anticipadas en la región.

Vox, clave en la supervivencia de Mazón

Mientras la oposición discute su estrategia, Mazón ha logrado blindar su posición gracias a un acuerdo con Vox para aprobar los presupuestos autonómicos de 2025. Este pacto, alcanzado tras meses de negociaciones, incluye la eliminación de subvenciones a la inmigración ilegal y la oposición frontal al Pacto Verde Europeo.

Socialistas y nacionalistas han calificado este acuerdo como el «pacto de la vergüenza». Morant lo ha tachado de «repugnante» y ha asegurado que la Comunidad Valenciana «no es racista ni antieuropeísta». Baldoví, por su parte, ha acusado a Mazón de «venderse a Abascal para ganar tiempo y evitar su dimisión».

Por otro lado, el líder de Vox, Santiago Abascal, ha celebrado el pacto, afirmando que «es el camino correcto para enfrentarse al Pacto Verde y a las políticas que favorecen la inmigración ilegal». Este acuerdo permite al PP valenciano gobernar con estabilidad en minoría tras la ruptura con la formación verde en julio del año pasado.

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