Tenemos un problema: las espadas

Eran las 19 horas de la tarde cuando se daba paso a una nueva feria taurina de la Salud en el Coso de Los Califas. Manuel Román y Marco Pérez trenzaban el paseíllo para darle muerte a un cómodo encierro de Jandilla. La memoria histórica de los asistentes incitaba a evocar los tiempos de Finito y Chiquilín, tiempos con una ilusión y expectación «adolescente» en nuestros días.

Manuel Román abrió la tarde con un animal carente de fuerza con el que estuvo correcto. Brinda el toro a Alfonso Téllez —presidente del Círculo Taurino de Córdoba—. Dos pinchazos y estocada. Con el tercero, que brindó al matador de toros extremeño Ginés Marín, nos dio el susto de la tarde tras una voltereta en la que quedó inerte, son de reseñar los doblones por bajos del inicio de faena y todo lo que vino tras la voltereta, con mucha raza y sentimiento. Perdió la puerta grande tras 3 pinchazos y aviso. En el quinto reseñamos los derechazos largos y con profundidad y los naturales con la mano izquierda. Se equivocó con la elección de los terrenos, afeando la mansedumbre del toro. Tras otra mala labor con los aceros, le dio muerte con tres descabellos y aviso al sexto de la tarde. Lo esperamos el sábado que viene.

Marco Pérez abrió su tarde con un buen recibimiento con el capote terminando de hinojos, brindó éste a su compañero de terna. Sacó todo lo que le permitió el novillo terminando con unas luquesinas que levantaron al tendido. Media estocada y descabello para darle una vuelta al ruedo tras aviso. En el cuarto toro volvió a hincar rodilla en el albero califal para dar unas largas cambiadas en el tercio. Faena firme y para aficionados de un Marco Pérez muy correcto con un novillo muy tecloso. Pasaportó con 2 pinchazos, una estocada entera y 5 descabellos que silenciaron su labor. En el último novillo empezó la faena de muleta con unos estatuarios con mucha firmeza ante un oponente que se vencía por dentro a veces. Destacamos la buena colocación y voluntad del novillero salmantino —quod natura non dat salmantica non praestat —en todo momento. Trasteo que finaliza con evocación al Monstruo con unas manoletinas ceñidas. Pinchazo y estocada tras aviso que le hacen cortar la primera oreja de la feria.