Sorteando plataneros
Ser alérgica en Córdoba es una odisea o más bien la palabra que empieza por p. Esos árboles feos y cargados de bolitas están por todas partes. Allá donde vayas hay un platanero o cualquier otra especie que «suelta cositas» dispuesta a hacerte el día y poner a prueba tu tratamiento primaveral. Las calles del centro, Levante o ni hablemos de Ciudad Jardín, ninguna zona está exenta de provocar estornudo y picores varios.
Entiendo que por los más de 5.000 ejemplares de plataneros que hay en Córdoba, junto a otros árboles de gran incidencia para los más de 160.000 cordobeses con alergia como los olivos, el responsable de decidir qué tipo de arboleda se planta en la ciudad no ha visitado urgencias por problemas respiratorios, no duerme junto al Ventolin y no padece rinoconjuntivitis, que hace del paquete del pañuelos el complemento perfecto para el mayo cordobés.
Sería maravilloso que en las nuevas zonas y parques se opte por especies que no hagan subir los índices de alergias y que ayude a paliar o reducir sus efectos, pero nunca agravarlos. Los alérgicos lo agradeceríamos, las farmacéuticas no tanto.
